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El conseller de Medio Ambiente y Territorio, Miquel Mir, y el director general de Espacios Naturales y Biodiversidad, Llorenç Mas, han presentado esta mañana en Ibiza una 'Estrategia de movilidad sostenible' para el Parque Natural de ses Salines, que incluye una treintena de actuaciones. La propuesta incluye 10 rutas senderistas, una red viaria ciclista y fija un máximo de 870 plazas en todo el ámbito del espacio natural protegido
Tanto Mir como Mas han subrayado que no se trata de un reglamento normativo, sino de "una hoja de ruta" basada en el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural y que cuenta con el visto bueno, además del Govern, del Consell y del Consistorio de Sant Josep. Su desarrollo no será inminente, pues la mayor parte de las medidas requieren alcanzar un consenso con administraciones o con particulares, por ejemplo en la zona que explota Salinera Española.
El objetivo es reducir el tráfico motorizado y fomentar tanto el transporte público como la bicicleta y la movilidad a pie
El objetivo es reducir el tráfico motorizado en esa área natural protegida y fomentar tanto el transporte público como la bicicleta y la movilidad a pie. En ese sentido, Mir considera que “indirectamente” se conseguirá ese propósito si se mejoran los accesos en bici y se limitan las zonas de aparcamiento de turismos.
Medio Ambiente, sin embargo, renuncia a cortar el tráfico hacia ses Salines, como hace dos décadas propuso la consellera de Medio Ambiente, Margalida Roselló, una idea que planeó durante los últimos lustros sin que llegara nunca a concretarse y que, a imagen y semejanza de otros parques naturales, proyectaba que autobuses lanzaderas transportaran pasajeros desde Sant Francesc o Sant Jordi hasta la playa. Mir, al respecto, ha insistido en que su departamento carece de competencias en materia de Carreteras y Transporte.
El plan incluye tres ejes de actuación: una mejora de las rutas para viandantes, la adecuación de la actual red de carreteras para que las bicicletas circulen con seguridad (incluso su combinación con el transporte público y la creación de aparcamientos específicos para velocípedos) y restringir el acceso de vehículos motorizados a las zonas cercanas a la línea de costa, aunque los coches seguirán llegando hasta escasos metros de la playa de ses Salines.
Los responsables de la conselleria balear de Movilidad han señalado la necesidad de “organizar el flujo de gente” al paraje, ya que la actual afluencia “supera la capacidad de carga” del parque. Según los cálculos realizados entre los años 2018 y 2019, hay épocas en las que se concentran allí 15.000 personas y más de seis millares de vehículos.
De ahí este plan, que Mir cree que permitirá que “la movilidad sea más sostenible en el Parque Natural” y que “se gane terreno a los vehículos motorizados”. Para ello será necesario que tanto el Consell como el Ayuntamiento de Sant Josep colaboren activamente. Según Mir, ambas instituciones “hicieron observaciones” al borrador de este plan “que luego fueron incorporadas”. Mas ha asegurado que ambas instituciones ibicencas “han participado” en su elaboración y que “el documento técnico cuenta con el apoyo de ambas”.
