El Govern balear hace caso omiso a las peticiones del Consell de Ibiza y del sector de la hostelería y no varía las medidas de desescalada de las restricciones por el covid.

Tal y como se ha anunciado en los últimos días, el Govern tiene previsto mañana viernes retrasar una hora el toque de queda, hasta las 23 horas, a partir del lunes, y ampliar el horario de las terrazas de 20 a 22:30 horas, excepto los viernes, sábados y domingos, que deben cerrar a las 17 horas como hasta ahora. Además, el aforo de las terrazas se amplía al 100% de ocupación.

El conseller balear de Movilidad y Vivienda, Josep Marí Ribas, ha informado esta mañana al Consell de Alcaldes de Ibiza, reunido en Sant Josep, de las medidas que se prevén aprobar mañana. Además, Ibiza se mantendrá en el nivel 2.

Aparte de lo que afecta a la hostelería, se ampliará el horario de los comercios hasta las 21 horas y su aforo hasta el 75%, y se reanudarán las competiciones deportivas en cada isla a partir de los seis años.

En cuanto a los encuentros sociales y familiares, se permitirá ahora la reunión en interiores de hasta seis personas de dos núcleos de convivencia y las mismas personas, pero sin limitar los núcleos de convivencia, en exteriores. Este mismo criterio de aplicará en las playas, en las que no será obligatorio el uso de mascarilla si se puede mantener la distancia de seguridad. 

Insistencia

El presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, ha explicado que ha habido unanimidad de todos los alcaldes, también los socialistas, en reclamar que este viernes el Govern decida, al menos para Ibiza, no interrumpir entre las 17 y las 20 horas el servicio en las terrazas, y que se permita el mismo horario los fines de semana. No ha habido unanimidad, en cambio, en reclamar la apertura del interior de los locales. 

Marí Ribas se ha comprometido a trasladar mañana al Govern las demandas del Consell de Alcaldes y del sector de hostelería, aunque ha reconocido que este asunto "está muy cerrado y ya se está elaborando el decreto". En todo caso, ha manifestado que si no se tiene en cuenta ahora, se hará "en un futuro próximo".

El conseller balear ha insistido en la necesidad de que la desescalada sea lenta para no echar a perder "el sacrificio" que se ha hecho hasta ahora y mantener "las magníficas cifras" sanitarias para afrontar la temporada turística "con las máximas garantías"