El bar del cuartel de Sant Ferran de la Policía Local de Palma, cerrado desde hace años, fue el escenario de una supuesta fiesta ilegal celebrada el martes de la semana pasada para homenajear a un agente a punto de jubilarse a la que habrían acudido una veintena de policías, entre ellos habría agentes implicados en investigaciones y condenados por varios delitos. La celebración se habría prolongado más allá del toque de queda a las diez de la noche. La Concejalía de Seguretat Ciutadana ha abierto una investigación y revisará las cámaras del recinto para aclarar lo ocurrido.
La fiesta se habría celebrado el martes de la pasada semana por la noche. Se trataba de un homenaje a un agente ante su inminente jubilación. La reunión se llevó a cabo en el bar del cuartel de Sant Ferran, que lleva años cerrado porque no se cubrió el concurso para gestionarlo. Una parte de lo que fue el antiguo bar es empleado por los agentes como comedor y otra se destinó a vestuarios en una reforma acometida en el edificio. En este espacio, ubicado en la planta baja de la sede policial, se congregaron una veintena de policías. Entre ellos habrían estado presentes diversos agentes condenados por varios delitos.
Fuentes conocedoras del caso indican que hubo algunos mandos que sabían que se hacía esta fiesta. Las fuentes refieren que la fiesta se prolongó más allá del toque de queda decretado a las diez de la noche.
Desde la Regiduria de Seguretat Ciutadana de Palma se ha abierto una investigación y revisará las cámaras del recinto para aclarar totalmente lo ocurrido.
