El Consell de Govern se reunirá de forma extraordinaria el viernes con la finalidad de dar un paso más en la desescalada y reducir parte de las restricciones actuales para combatir el covid, aunque tanto la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, como la consellera balear de Salud, Patricia Gómez, insistieron ayer en que este proceso debe ser «lento».
La consellera recordó ayer en rueda de prensa que se están produciendo brotes que, en el caso de Formentera, por ejemplo, ha provocado «un pequeño repunte de casos». Acto seguido, Gómez destacó que la desescalada no se puede basar sólo en la incidencia acumulada de casos («no basta», advirtió) ni la tasa de positividad ni el tamaño del territorio.
«Se han de tener en cuenta todas las circunstancias que pueden favorecer el número de contagios. Estamos trabajando en ello. Habrá flexibilización de alguna medida a nivel global y por islas», indicó, sin especificar más. «Se ha de analizar cada ámbito y el riesgo de cada uno de ellos», agregó, en referencia a las demandas que desde la semana pasada se están recogiendo en reuniones con diversos sectores, como el de restauración y comercio, cultura, deportes y asociaciones de personas mayores.
El Govern balear baraja ampliar el horario de las terrazas y los comercios pero es reacio a que haya actividad interior
Precisamente, el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, que ayer por la tarde se reunió con representantes de las principales patronales y asociaciones de comercio y restauración de la isla, reclamará al Govern que el horario de apertura de la hostelería y el comercio se amplíe hasta las 22 horas, que se permita el uso de los interiores de los locales hasta el 50% de su aforo y el de las terrazas hasta el 75%.
Vicent Marí basa su demanda en que han pasado ya dos semanas desde Semana Santa y «no ha habido un aumento preocupante del número de contagios que ponga en peligro la temporada». También destaca que hay que tener en cuenta la situación de los hospitales y que ahora se encuentran en «la mejor situación» desde que empezó la pandemia.
Comparación con Formentera
«No se entendería que en Menorca y en Formentera, con unas cifras muy similares a las de Ibiza, se apliquen criterios mucho más permisivos», destaca el presidente, al tiempo que recuerda que en la última revisión de las restricciones pidió a Armengol «un gesto» hacia los empresarios ampliando una hora el cierre de las terrazas, y no se tuvo en cuenta. «Se ha de empezar a desescalar con cuidado y prudencia pero permitiendo un ritmo de actividad que no ponga en peligro la supervivencia de nuestras empresas y los puestos de trabajo».
Por ahora, en el caso de Mallorca, el Govern plantea permitir ampliar el horario (para ofrecer cenas pero respetando el tique de queda de las 22 horas) y las terrazas de los locales de restauración (hasta el 100%), pero se mantiene su negativa a permitir la actividad en los interiores. Todo apunta a que el plan para Ibiza es el mismo, según fuentes consultadas.
Además, Marí insistirá en que se debe acelerar el ritmo de vacunación en Ibiza, que acumula un retraso con respecto a las otras islas. En Ibiza se ha suministrado una primera dosis al 14% de la población, mientras que en Menorca se ha suministrado al 18,7% y a Mallorca y Formentera, el 17%.
El presidente del Consell destaca que los hospitales de la isla se encuentran en «la mejor situación» desde que empezó la pandemia
Atención a los brotes sociales
El portavoz del Comité Autonómico de Enfermedades Infecciosas de Balears, Javier Arranz, sostiene que se pueden eliminar restricciones, pero agrega que, en todo caso, la población debe tener «muy claro qué actividades se pueden o no hacer o de manera más segura con respecto a cómo se están desarrollando». «Esto debe ir ligado al hecho de que se quiten restricciones», remarcó. En este sentido, Arranz destaca que en la última semana se han registrado en Balears 70 positivos de covid asociados a brotes producidos en encuentros sociales fundamentalmente.
Sobre el cambio de criterio sobre las medidas previstas en el semáforo (el nivel de alerta sanitario), la consellera Patricia Gómez aseguró que «se ha ido modificando en función de la evolución y el conocimiento de la enfermedad». «Los técnicos son los que apuntan que se deben relajar las medidas de forma lenta y, primero, las de menor riesgo. No se hace por capricho de una manera u otra», dijo.
Por su parte, la presidenta del Govern balear afirmó que entiende «perfectamente la frustración y desesperación» del sector de la restauración pero insistió en la necesidad de que la desescalada sea lenta y que los criterios que se aplican para afrontar la pandemia «no son económicos, sino para proteger a las personas y salvar vidas». «Estoy segura de que estamos en la ruta adecuada y vamos a conseguir la reactivación económica de forma segura», señaló Armengol.
