Los controles covid-19 en llegadas del aeropuerto de Mallorca registran momentos de gran colapso, con las consecuentes molestias para los pasajeros que regresan a la isla y deben soportar largas esperas para poder entrar en Son Sant Joan. El domingo por la noche se vivió uno de los peores.

En una hora aproximadamente, entre las 19,30 y las 20,30, coincidió la llegada de seis vuelos (dos de Barcelona y uno de Valencia, Menorca, Madrid y Praga respectivamente). La descoordinación y la falta de personal en los controles sanitarios provocaron que varios centenares de viajeros se agolparan en los carriles de llegadas, justo antes de la entrega de equipajes. Esta mañana Son Sant Joan también ha registrado demoras, aunque no llegándose a las escenas de ayer.

Sin guardar la distancia mínima de seguridad, por falta de espacio, se generaron momentos de tensión y gran indignación entre el pasaje. El hecho de tener que aguardar en los carriles de las cintas transportadoras, lógicamente paradas, generaba más sensación de agobio por las barandillas a ambos lados. Al final del pasillo, tan solo 4 personas atendían a los pasajeros con código QR, es decir, que podían pasar porque llegaban con PCR o test negativo en covid, o bien no lo necesitaban al haber permanecido menos de 72 horas fuera de la isla. 

La escasez de controladores provocó demoras de entre media hora y cuarenta minutos, al llevar un tiempo comprobar pasajero por pasajero que todo estaba en orden. “Es vergonzoso que nos tengan así, precisamente en un control sanitario”, “¿cómo es posible que no prevean que lleguen varios vuelos a la vez y haya tan poco personal?”, “¿no va a venir nadie a hacer algo?” son algunas de las quejas que empezaron a oírse entre las largas colas.

En el carril para aquellos residentes que debían hacerse una PCR o test de antígenos en el propio aeropuerto, la espera era el domingo por la noche mucho más larga. Los pasajeros lamentaban la ausencia de algún coordinador o responsable que movilizara a más controladores de los presentes en la terminal. “Hay más personal antes del control, gritando de dónde se viene y que preparen el QR, que aquí”, en referencia al punto de comprobación, protestaba un residente que regresaba a Palma.

Esta mañana, pasajeros que volvían de Barcelona también han sufrido colas a su llegada a Palma, aunque estas han sido más fluidas que las del domingo.