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Submarinismo en Ibiza: descubrir la isla desde las profundidades

Los fondos marinos de Ibiza, celestes gracias a la posidonia, son el hogar de miles de especies

Submarinismo en Ibiza. Joan Costa

Ibiza es una isla maravillosa por arriba... y por abajo. La riqueza submarina que alberga es ideal para practicar snorkel o submarinismo, prácticas ambas realizadas tanto por los residentes como por los turistas.

Con doscientos kilómetros de costa y con una decena de islotes de gran belleza como sa Conillera o ses Margalides, Ibiza es una referencia mundial para quienes buscan disfrutar del fondo de Mediterráneo. Una isla submarina que esconde tesoros increíbles llenos de vida.

Visitar el 'Don Pedro'

En 2018 la Capitanía Marítima de Ibiza aprobó el buceo en el pecio 'Don Pedro', barco que se hundió el 11 de julio de 2007. Desde entonces son muchas las excursiones que se programan para visitarlo. Es más, es uno de los principales reclamos para los buceadores que visitan la isla. Con cuatro posibles inmersiones a elegir, esta ruta de buceo asegura escenarios de increíble belleza y auténticos tesoros submarinos a más de 30 metros de profundidad.

El 'Don Pedro' es el pecio más grande de Europa. Envuelto en posidonia, lleno de vida marina y con la mayor parte de su casco situado a más de cuarenta metros de profundidad, la ruta submarina del 'Don Pedro' está recomendada para buceadores experimentados en paseos submarinos con botella. Con más de medio centenar de inmersiones al mes, esta opción es -sin duda- la más demandada en Ibiza.

El 'Don Pedro' es un reclamo para los submarinistas

La Cueva de na Coloms

Esta cueva submarina es de una belleza incalculable. Se encuentra en la zona norte de la isla, en un lugar bastante desconocido debido a su inaccesibilidad. Está ubicada en Sant Mateu, al norte de Cala Aubarca. La entrada se encuentra a una profundidad de entre 6 y 20 metros.

Lo impresionante de esta cueva es que por su abertura recibe un enorme rayo de luz (de ahí que erróneamente se la llame 'Cueva de la Luz'). En verano, al mediodía, un gran haz de luz cruza sus transparentes aguas formando un bello espectáculo de luces y sombras así como tiñendo la cueva de un bello color azulado.La inmersión puede continuar en dirección a las Columnas de Hércules, una bella cueva totalmente sumergida a escasos 9 metros de profundidad, cuyo nombre lo recibe por dos grandes columnas que parecen aguantar el techo de la cueva.

Las gorgonias de ses Bledes

Al oeste de Ibiza se encuentran los islotes de ses Bledes. Un magnífico lugar para bucear y disfrutar de las gorgonias, que es una colonia animal marina de intensos colores.

Concretamente en el islote es Vaixell (el islote visto desde tierra parece un barco), que en su parte inferior, en sus paredes submarinas, protege uno de los mayores tesoros de las Pitiusas, un bosque de gorgonia roja (Paramuricea clavata) que algunos expertos consideran una de las poblaciones más importantes del Mediterráneo.

Es Vaixell, a seis millas y media al suroeste de Sant Antoni, puede rodearse, buceando, en una sola inmersión si uno se mantiene a una profundidad razonable y ahorra así aire en su botella. Y rodeando la isla y dejando atrás las gorgonias es corriente encontrar en la zona, en las profundas grietas verticales que presentan las paredes, nutridos cardúmenes de tres colas o forcadella (Anthias anthias), un serránido muy común que destaca por su color rojizo o rosado y, sobre todo, por la longitud de sus aletas. También son corrientes las barracudas y algún pez de San Pedro o gallo (Zeus faber).

Gorgonia de ses Bledes. Joan Costa

Sa Conillera y es Grum de Sal

Situada a muy poca distancia del puerto ibicenco de Sant Antoni y rodeada por aguas de intenso color azul, sa Conillera regala escenarios llenos de vida animal y vegetal a los que se puede acceder con relativa facilidad.

Aunque el área de buceo es bonita en su totalidad, no hay que olvidar que su principal reclamo es la Conillereta, una formación rocosa situada a muy poca distancia del faro de Sant Antoni en la que dar con amplias zonas azules en las que bucear al abrigo de los bancos de peces y de la posidonia.

En la actualidad es Grum de Sal es una inmersión muy conocida por los buceadores de las islas, elección habitual en los centros de buceo de la costa de Sant Antoni o Sant Josep cuando se quiere buscar refugio del viento de componente norte, igual que lo hicieran los antiguos marinos, quienes, además, bajaban a tierra a abastecerse en los puntos de aguada de sa Conillera. A menudo, los instructores de esos centros explican a los turistas que allí existe, a tan solo 23 metros de profundidad, un pecio romano. A menudo, también, los buceadores se llevan una gran decepción al comprobar que nada puede verse del famoso pecio más allá de pequeños restos de ánforas en el claro de arena en la pradera de posidonia, algunos hierros que se colocaron durante las excavaciones y los bordes de las lonas sujetas con sacos que cubren la estructura que aún se conserva de la embarcación.

Fondo marino en sa Conillera Joan Costa

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