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Otro Ramadán en la intimidad

Los musulmanes de las Pitiusas inician esta tarde el mes de ayuno, durante las horas con sol, «con alegría y mucha esperanza». Al contrario que en 2020, este año las mezquitas están abiertas, aunque no podrán celebrar el rezo nocturno por el toque de queda

El presidente del Centro Islámico de Eivissa, Karim El Moussaoui Abahri, en la mezquita de La Paz, en ses Figueretes. | V. MARÍ

Rezo final del Ramadán de 2015 en Ca n’Escandell. | SERGIO G. CAÑIZARES

Religión. El inicio del Ramadán, que se celebra en función del calendario lunar, este año no cuenta con unas restricciones tan severas como las de 2020, cuando los lugares de culto aún permanecían cerrados durante el mes de ayuno de sol a sol para la comunidad islámica. No obstante, la oración nocturna que, en este periodo, suele reunir a grupos de musulmanes en las mezquitas, ahora solo podrá celebrarse en los domicilios.

Desde esta tarde y hasta la puesta de sol del próximo 12 de mayo, los musulmanes de todo el mundo están llamados a cumplir con el ayuno diurno para conmemorar el Ramadán, uno de los pilares de su religión. Quedan exentos los niños, las embarazadas, las personas mayores, diabéticos y aquellas que no se encuentren en buen estado de salud física o mental. En definitiva, se trata de que «una persona no debe hacerse daño a sí misma», subraya el presidente del Centro Islámico y del Colectivo Maghrebí Ibicenco de la Mezquita de la Paz, Karim El Moussaoui Abahri.

En su caso, El Moussaoui vive las horas previas al Ramadán «con ilusión, mucha alegría y una esperanza muy grande». «Es un mes muy saludable, porque está demostrado científicamente que es depurativo para el cuerpo», destaca. Además, desde el plano espiritual, también es un periodo de reflexión e introspección «para purificar el alma».

Toque de queda

El Moussaoui, nacido en Tetuán y residente en Ibiza desde hace 26 años, regenta una carnicería junto a la mezquita de ses Figueretes. Al llegar al templo, se interesa por si, finalmente, el Govern ha reducido el toque de queda. Al igual que el resto de colectivos musulmanes de España, donde se estima que el 4% de la población profesa esta religión, mantenía la esperanza en que el límite horario de la movilidad nocturna se ampliara más allá de las diez de la noche, para así poder celebrar el rezo especial del Ramadán, tarawih, en la mezquita con algunos compañeros.

Las Pitiüses cuentan con las mezquitas de Formentera, es Puig des Molins, ses Figueretes, Sant Antoni y Santa Eulària

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Él último de los cinco rezos diarios del Islam se lleva a cabo en torno a las diez de la noche por estas fechas. Pero, después, durante el mes de ayuno, los fieles también pueden cumplir, de manera voluntaria, con este rezo nocturno compartido en la mezquita. «Pero se puede hacer en casa, no pasa nada, porque estamos en momentos difíciles por el covid y hay que cumplir las regulaciones del Govern», admite.

En cambio, a partir de ahora sí que podrán permitir la asistencia a su mezquita hasta el 50% de su aforo, como el resto de los lugares de culto de Balears. En las alfombras que cubren el suelo de La Paz, aún están marcados con cinta roja los límites del espacio que debe ocupar cada uno de los creyentes durante el rezo, diseñado para cumplir con unas restricciones del 30% de su aforo.

Otras limitaciones que siguen en vigor en los templos es la prohibición de usar las fuentes para las ablaciones, la purificación ritual limpiándose el cuerpo con agua antes del rezo. Ahora toca cumplir con ellas en casa. No obstante, al contrario que el Ramadán pasado, cuando todos los lugares de culto permanecieron cerrados hasta el inicio gradual de la desescalada, La Paz podrá llevar a cabo este año una campaña de recogida de alimentos.

El Centro Islámico de Eivissa llevará a cabo estos días una recogida de alimentos y limosnas para la gente necesitada

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«El zakat [promover obras de caridad y limosna] es otro de los cinco pilares del Islam y todo el que puede ayuda con dinero o comida para repartirlo en la mezquita a la gente que se ha quedado sin trabajo o llevarlo a casa de personas enfermas», apunta.

Cuando mañana se ponga el sol, buena parte de los musulmanes romperán el ayuno con unos dátiles y, en el caso de los magrebíes, «después de relajarse una media hora», tomarán harira, una sopa a base de carne, tomate y legumbres. «Lo más importante es beber mucha agua, disfrutar y estar contento por haber cumplido bien el día», añade.

Ahora, El Moussaoui estará a la espera para ver si, dentro de un mes, las restricciones por covid se han flexibilizado para celebrar, de alguna manera, la fiesta final del ayuno que, en los últimos años, llevaba a cabo la comunidad musulmana en Ca n’Escandell.

Además de ses Figueretes, las Pitiusas cuentan con las mezquitas de es Puig des Molins, Sant Antoni, Santa Eulària y Formentera, así como el maqâm sufí en Arabí de Dalt.

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