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Crisis sanitaria y turismo

El anuncio del fin del estado de alarma activa el turismo nacional hacia Ibiza y Formentera

Temor de Consell, empresarios y hoteleros a que el control en el aeropuerto y en el puerto desaparezca tras el 9 de mayo, y a que se acaben los actuales ERTE si no se produce una prórroga

Control de la Guardia Civil en el aeropuerto. | J.A.RIERA

El anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que probablemente «no sea necesario» prorrogar el estado de alarma más allá del 9 de mayo, fecha en que concluye su vigencia, «ha activado» los planes de las empresas vinculadas al turismo nacional, desde agencias de viajes a aerolíneas y navieras, según Alejandro Sancho, presidente de Fomento de Turismo de las Pitiusas. El levantamiento del estado de alarma supondría, según algunos expertos constitucionalistas, el fin del toque de queda y de los cierres perimetrales entre comunidades autónomas, al tratarse de restricciones que afectan a derechos fundamentales. Aún podría haber cierres perimetrales, pero de zonas sanitarias, barrios o poblaciones concretas, en ningún caso de toda una comunidad autónoma, y tendrían que contar con el visto bueno de la Justicia.

Control en el aeropuerto de Ibiza durante la pandemia. Juan A. Riera

Esa libertad de movimientos impulsaría, al menos, el turismo nacional ya en mayo. «Es una buena noticia, ya que la gente está esperando que se flexibilicen las restricciones. Hay comunidades autónomas que tienen actualmente cierre perimetral y eso desanima a comprar vacaciones», comenta Sancho: «Las empresas turísticas nacionales se han tomado el anuncio de manera muy positiva y hoy (por ayer) ya se estaban moviendo para empezar a realizar campañas que incrementen las reservas desde esa fecha».

Sancho recuerda que «hay aerolíneas que están apostando por mejorar la conectividad con estas islas, con nuevos aeropuertos nacionales como puntos de partida. Tienen mucho interés porque se juegan parte de sus intereses aquí. De ahí que hagan muchos esfuerzos en marketing. Y eso nos viene bien a nosotros». Antes, reconoce, «quizás al turista nacional le costaba más reservar a principios de temporada, pero viendo las estadísticas y las ganas que tiene la gente por viajar después de un año sin poder hacerlo, seguro que los números de estos viajeros serán finalmente importantes».

Temor al día después

Ana Gordillo, presidenta de la Federación Empresarial Hotelera pitiusa, considera que las palabras de Sánchez generan muchas dudas, además de que avisa de que hay muchas incógnitas que despejar sobre lo qué pasará tras el 9 de mayo: «Las declaraciones del presidente no son contundentes. Dice que espera no tener que prorrogarlo, pero no lo asegura. Está por ver qué pasará». Por ejemplo, respecto al control en puertos y aeropuertos: «Ya le trasladamos nuestra preocupación sobre qué sucederá tras el 9 de mayo a la presidenta balear cuando vino a Ibiza, sobre todo el marco competencial y jurídico para establecer limitaciones. Francina Armengol nos dijo que se mantendrían los controles. Pero esa es una competencia estatal».

«Las declaraciones del presidente no son contundentes. Dice que espera no tener que prorrogarlo, pero no lo asegura. Está por ver qué pasará»

Ana Gordillo - Presidenta de la Federación Empresarial Hotelera

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Confía, eso sí, en que las reservas cobren ahora impulso: «Tenemos una crisis derivada de que no hay movilidad, de que se ha coartado la libertad de tránsito. La gente está deseando viajar libremente».

Para José Antonio Roselló, vicepresidente de la CAEB (Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears), lo dicho por Pedro Sánchez no es más que «un anuncio propagandístico», si bien admite que es posible que el presidente se vea forzado a levantar el estado de alarma «si le consta que no dispone de suficiente mayoría en el Congreso para aprobar una prórroga». Aun así, indica que no es necesario que finalice el estado de alarma para dinamizar el turismo nacional: «Los cierres perimetrales actuales son sobrevenidos. Si quieren que ese turismo se active, se pueden anular, pero con todas las precauciones».

Avisa, asimismo, de que el levantamiento del estado de alarma conllevaría que «saltaran todas las medidas de carácter social, como el actual ERTE. Se podría prorrogar, pero no sería el mismo tipo de ERTE. Ya sucedió el pasado año: desde el punto de vista del procedimiento laboral es mucho más sencillo y ágil aprobar un ERTE cuando hay estado de alarma; si no lo hay, se debe demostrar, empresa por empresa, la caída de la demanda, ya no es automático».

Sin turistas y sin ERTE

Y si se finiquitara «prematuramente el estado de alarma y la situación epidemiológica en Europa siguiera tan poco clara como actualmente (como sucede en Alemania, Francia e Italia, donde van camino de la cuarta ola), no llegarían aquí turistas extranjeros y, al mismo tiempo, ya no dispondríamos de ese instrumento para poder aplicar medidas de política social. Sería peor el remedio que la enfermedad», advierte Roselló. No habría viajeros, ni tampoco ERTE para taponar la sangría laboral derivada de la escasa actividad turística.

No obstante, no cree que los hoteleros pitiusos se animen a abrir antes y en más numero si desde mayo ya es posible viajar por toda España sin apenas cortapisas: «Con carácter general, no. Dependerá de la configuración de la demanda de cada hotel. Por ejemplo, la mayoría de los de la bahía de Portmany, no, pues el turismo nacional no les resuelve nada».

El director insular de Turismo, Juan Miguel Costa, está convencido de que se reactivará el turismo nacional, «que este verano será muy importante», tanto que prevé su «explosión» en el estío: «Pero es muy importante que se establezcan controles sanitarios en puerto y aeropuerto. Acabar con el estado de alarma podría ser contraproducente si supone el fin de esos controles», avisa.

Las viviendas turísticas vacacionales no cuentan con los españoles

Para las viviendas turísticas vacacionales, el viajero nacional «representa un porcentaje relativamente pequeño», según Roberto San Esteban, vocal de AVAT. «No contamos excesivamente con él en caso de que decaiga el estado de alarma». La Semana Santa ha sido para este sector «inexistente». Como clientes han tenido «algún francés despistado y algún alemán. No hubo británicos ni holandeses, los más fuertes en estas fechas, ni suizos ni belgas». 

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