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Sant Antoni tiene okupas en una vivienda de Sant Mateu que recibió en herencia

El propietario, que falleció en noviembre sin descendientes, dejó la casa al Ayuntamiento, pero hace dos semanas unas personas se instalaron ahí y mostraron a la Policía Local un contrato suscrito por un tercero

A la derecha, la vivienda de Sant Mateu heredada por el Ayuntamiento de Sant Antoni.

El Ayuntamiento de Sant Antoni denunció hace dos semanas ante la Guardia Civil la entrada de un grupo de personas en una vivienda de Sant Mateu que recibió en herencia de su propietario, fallecido en noviembre sin descendientes. Su última voluntad era la de ceder sus bienes al Ayuntamiento, pero cuando Sant Antoni estaba a punto de culminar la tramitación de la aceptación de la herencia, unos vecinos de Sant Mateu alertaron de la okupación del inmueble. La voluntad del difunto es que el Consistorio destine la casa y la finca a fines agrícolas, según explicó un portavoz municipal.

Una patrulla de la Policía Local de Sant Antoni se desplazó hasta la casa y sus ocupantes le mostraron un contrato de alquiler suscrito por una persona distinta al difunto propietario. «Sabemos que no era posible este contrato», recalcó a este diario el citado portavoz municipal. Por ello el Ayuntamiento presentó una denuncia ante la Guardia Civil, con la confianza de que se forzaría la salida inmediata de los ocupantes. «Pero no fue así, y desconocemos las razones», señaló.

Además, los vecinos han denunciado diversos problemas con las personas que se han instalado en la vivienda. La Policía Local ha hecho un informe de todo ello, según el Consistorio. El presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Mateu, Antoni Cardona, explica que diversas casas se quedaron «sin luz» después de que se rompieran varios contadores de la caseta de electricidad. También se han cortado, según explica, varias sabinas de la finca de otro vecino. «En un pueblo tranquilo como Sant Mateu, en el que todos nos conocemos, estas cosas no sientan bien», indica.

Cardona señala que, al parecer, hay un menor en la casa, lo cual podría ser, en su opinión, el motivo de que inicialmente la Guardia Civil no forzara la salida de los ocupantes de la vivienda. «No hay derecho a que pasen estas cosas. Parece que la ley da más derecho a los okupas que a los propietarios. Ahora le ha pasado al Ayuntamiento, pero lo mismo le pasa a cualquier persona», dice.

El portavoz municipal señala que «hay mucha preocupación» en el Ayuntamiento no sólo por la situación de la casa sino también por el malestar de los vecinos.

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