Grietas en la zona afectada, que está en riesgo de derrumbe. | ASE

La demarcación de Costas de Balears ha autorizado esta semana al Ayuntamiento de Santa Eulària a que emprenda por vía de urgencia las obras para reparar el tramo dañado del paseo marítimo de la población. El Ayuntamiento presentó un proyecto de recalce de la escollera de defensa de la costa del paseo marítimo y ha empezado a elaborar los pliegos para licitar la obra, por lo que se espera poder tener acabados los trabajos en esta primera mitad de 2021. El pleno de ayer aprobó por unanimidad destinar 200.000 euros de los remanentes para cubrir esta inversión y se espera que la semana próxima se puedan realizar ya las catas previas.

El Ayuntamiento pagará la reparación con remanentes. El pleno de Santa Eulària acordó ayer reservar 200.000 euros de los remanentes para esta obra, aunque se estima que costará unos 170.000.

Los trabajos consistirán en el descubrimiento de la base de piedra de una franja de entre 40 y 80 metros lineales (en función de la afectación que se encuentre al iniciar la obra) en la zona que empezó a presentar daños en las navidades de 2019, cerca de la fuente del paseo, también conocida como Rosa dels Vents, entre sa punta d’en Mayol y sa punta d’en Castelló. Posteriormente, se realizará un entramado de micropelotas para dar mayor consistencia al conjunto y se reincorporará la piedra de escollera para el flanco que da a la mar y el embaldosado para el propio paseo. Además, se propone una ‘visera’ de hormigón para evitar que la posible llegada de olas contra la roca salpique a los transeúntes. La propuesta se estima en un presupuesto de unos 170.000 euros, si bien queda supeditada a la zona que se observe afectada, motivo por el que la reserva de dinero llega hasta los 200.000 euros.

Trasvase de arena

Además, se sigue estudiando la viabilidad de llevar a cabo un trasvase de arena desde la zona de la Escola Municipal de Vela, donde se está reduciendo el calado, dificultando la operación de los barcos de excursiones turísticas, hacia la zona afectada, de forma que al distanciar la línea de mar del paseo, los temporales no rompan directamente sobre él.

El Ayuntamiento comenzó a observar a finales del año 2019 algunas anomalías en un tramo del paseo marítimo de unos 25 metros, y encargó el estudio y seguimiento de las mismas hasta que se consideró que, sin existir peligro inmediato para las personas, «los daños podían tener cierta consideración y que era necesario realizar alguna actuación de emergencia», señalaron ayer desde el Ayuntamiento a través de una nota. La situación había sido puesta en conocimiento ya de la Demarcación Territorial de Costas y en julio se le presentó oficialmente un proyecto y la solicitud para acometer una intervención de emergencia.

A pesar de que no se ha apreciado, tanto por los técnicos municipales como por los de Costas, riesgo de hundimiento del tramo de paseo afectado, los daños se han ido incrementando de forma rápida y a finales de noviembre se llegó a producir la caída de un tramo de barandilla de unos diez metros de largo tras unos días de temporal. Aunque no se produjeron heridos, el Consistorio decidió reforzar el vallado y balizamiento del espacio para prevenir posibles accidentes.