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"¿Permitirían una comida de trabajo dentro de un bar como la de Armengol y Ruiz en Vila?"

Arrecian las críticas a la presidenta del Govern y el alcalde de Vila por un encuentro con empresarios en Can Botino en el que se sirvió comida

Francina Armengol y Rafa Ruiz, el lunes, después de la polémica comida.

Cuando el pasado lunes la presidenta del Govern, Francina Armengol, llegaba tarde a su visita a la vacunación masiva (sic) en el Recinto Ferial la mayoría de quienes la esperaban lo achacaron a un retraso de la barca de Formentera, donde se había reunido con la presidenta del Consell. Pero no. 

La presidenta no venía de la pitiusa del sur sino del Ayuntamiento de Ibiza, en cuyo salón de plenos, según publicó el jueves Periódico de Ibiza, se había celebrado una comida de trabajo a la que asistieron, además de la presidenta y el alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, otras siete personas: el conseller balear de Movilidad, Josep Marí Ribas; el presidente de la Pimeef, Alfonso Rojo; el vicepresidente de la asociación hotelera de Sant Antoni, Juanjo Planells; el presidente de la Federación Insular del Taxi de Eivissa, Antoni Riera; el director financiero para Europa de Palladium Hotel Group, Vicente Ventura, y los empresarios Juan Riera y Laura Miró. 

Las críticas no han tardado en llegar. Desde todos los flancos. De los rivales políticos, como era de esperar, pero sobre todo de los empresarios que más han sufrido y están sufriendo las restricciones. Salud no responde a las dudas que plantea la comida de trabajo, que el Govern defiende que fue de trabajo con algo de comida porque era la hora de comer. Curiosamente, el sacrosanto encuentro no figura en la agenda de la presidenta balear del 15 de marzo colgada en la web de Transparencia del Govern balear. No tenía ninguna actividad prevista entre las 12,30 (rueda de prensa en Formentera) y las 16,00 (visita al centro de vacunación). Comilona o reunión de trabajo con tentempié, fuera lo que fuera, no existió oficialmente. 

José Vicente Marí Bosó, presidente del PP

«No puedes saltarte las restricciones que exiges a los ciudadanos»

«Hay reincidencia», afirma el presidente del PP de Eivissa y portavoz de la oposición en Vila, José Vicente Marí Bosó, que recuerda cuando a la presidenta balear la pillaron saliendo de un bar pasada la medianoche. «No puedes saltarte las restricciones que exiges a los ciudadanos. No es ejemplar hacer lo que está prohibido a todos los demás, a familias que no pueden verse porque son de más de dos núcleos de convivencia», apunta Marí, que afirma que se trata de una «comida privada ya que no estaba en la agenda». El grupo municipal popular pedirá explicaciones al alcalde de Vila, Rafa Ruiz, en el próximo pleno. En caso de que no sean convincentes, no descarta pedir su dimisión. El diputado exige a Ruiz que aclare si el ágape «se pagó con dinero público» y «por qué se usó el salón de plenos para una comida privada». 

«Los cargos públicos son los primeros que deben dar ejemplo», continúa Marí Bosó, que recuerda que los concejales no han pisado el salón de plenos «desde julio». «La última vez que comí en el Ayuntamiento creo que fue en el pleno de la sobrasada de diciembre de 2019», indica el presidente del PP, que critica duramente al alcalde: «No ha aparecido en toda la pandemia, pero para saludar a Armengol va donde haga falta aunque sea saltándose las restricciones». Para él, el comportamiento de ambos pone de manifiesto «lo lejos que están de la realidad». «Llevan seis años escuchando a su entorno diciéndoles que lo hacen muy bien y no son conscientes de la realidad de los ciudadanos». concluye Marí Bosó.

José Luis Rodríguez Poblador, portavoz de Ciudadanos en Vila

«La imagen que se ha dado no es correcta, no sé para qué hicieron la comida»

«La imagen que se ha dado no es correcta. Se podría haber evitado. Podrían haber hecho la reunión con distancia y mascarilla, pero no sé para qué hicieron la comida. No hacía falta», comenta José Luis Rodríguez Poblador, portavoz del grupo de Ciudadanos en Vila, que apostilla: «Si sólo hubieran sido ellos dos [refiriéndose a Armengol y Ruiz], pero con más gente y siendo cargos públicos...». Rodríguez señala que la comida en el Ayuntamiento puede causar «confusión» sobre las restricciones que están en estos momentos en vigor entre la ciudadanía que, recalca, ha pasado ya «por infinitos decretos». «Se pueden defender, pero hay que respetar las medidas. Se pueden celebrar reuniones de trabajo, con distancia y mascarilla, pero comer no vale, aunque digan que se trata de un tema laboral», continúa el portavoz de Ciudadanos en Vila, que pedirá explicaciones al alcalde en el próximo pleno. «Mi opinión sobre esto creo que es la de cualquier persona que ve las restricciones a las que está siendo sometida: aunque estuviera permitido, no es correcto».

Verónica Juan, presidenta de la asociación de Restauración de Pimeef

«¿Qué necesidad había de quedarse a comer?»

La presidenta de la asociación de restauración de la Pimeef, Verónica Juan, respira hondo y piensa antes de opinar sobre la comida celebrada el lunes a mediodía en Can Botino: «En estos tiempos, ¿qué necesidad había de quedarse a comer?». Juan, tirando de cierta ironía, considera que ya que a los propietarios de bares y restaurantes no les está permitido aún abrir el interior de sus locales, el Ayuntamiento de Eivissa, puesto a dar de comer a políticos y empresarios, debería haberlo hecho como les obligan a ellos: «Al aire libre, en una terraza». «Es difícil de justificar», comenta, escueta, la presidenta de la asociación.

Juan Olmos, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes de Eivissa

«No han estado acertados, deberían ser los primeros en dar ejemplo»

Juan Olmos, presidente de la recién creada Asociación de Bares y Restaurantes de Eivissa (ABRE), tiene una duda desde ayer por la mañana: «¿Podría yo, en el interior de mi local, organizar una reunión de trabajo con nueve personas, cumpliendo las normas sanitarias y en mesas separadas, pero con comida y bebida como la del Ayuntamiento de Eivissa?». «Entiendo que sí, ¿no?», continúa el empresario, que, independientemente de cuál sea la respuesta oficial, considera el encuentro «una falta de responsabilidad» por parte de la presidenta y el alcalde. «Les están pidiendo a las familias que no se junten en sus casas, les están pidiendo a los empresarios un esfuerzo más, otro esfuerzo más, el decimocuarto esfuerzo más, para cumplir todas las normas y están apelando todos los días a la responsabilidad individual... Es un gesto bastante mal pensado, mal organizado, que puede llevar a equívocos y que puede inducir a la población a comportamientos que no deberían tener», reflexiona.

«No voy a juzgar si lo que han hecho es legal o no, pero no han estado acertados», comenta Olmos entre viajes a la terraza de Can Tina para servir cafés [es la hora de los desayunos]. «Ellos son los que toman las medidas y deberían ser los primeros en dar ejemplo y ser exhaustivos y rigurosos», continúa el empresario, que reitera la pregunta: «¿Podría reunir yo aquí en una reunión de trabajo a diez personas? ¿Comiendo y bebiendo?». Por cierto, la única reunión que ha tenido ABRE con el Ayuntamiento de Eivissa fue a distancia y sin comida: «A través de Zoom».

Alfonso Rojo, presidente de Pimeef

«No fue un banquete, fue una reunión de trabajo en la que se sirvió un tentempié»

Al presidente de la Pimeef y comensal en la polémica reunión en el Ayuntamiento, Alfonso Rojo, no le sorprendió que hubiera comida: «Me citaron para una reunión de trabajo que se celebró en el salón de plenos». Rojo relata que todos se sentaron manteniendo la distancia de seguridad y que se respetaron las medidas sanitarias: «Mientras estuvimos hablando llevábamos todos las mascarillas. Luego, por la hora que era, se ofreció un tentempié que iba todo en monodosis». 

Rojo destaca que acudió al encuentro con la presidenta «para defender los derechos» de los empresarios de la isla y para exigir «que se revisaran las restricciones cada quince días». Algo que, según explica, les comunicó que no sería posible. «Agradezco a la presidenta que dedicara un hueco de su visita a escucharnos. Quienes estamos aquí no tenemos tantas oportunidades de hablar con ella como los compañeros de Mallorca», continúa Rojo, que pide disculpas «si algún empresario se ha sentido agraviado». «No fue un banquete, fue una reunión de trabajo en la que se ofreció un tentempié», reitera.

Francina Armengol, presidenta del Govern balear

«Es mi obligación asistir a reuniones de trabajo»

La presidenta del Govern, Francina Armengol, apenas dedicó ayer, durante una visita a Menorca, dos frases a liquidar el affaire ‘los manjares de Can Botino’. «Mi obligación es asistir a reuniones de trabajo. Como he hecho aquí hoy [por ayer, en Menorca]. He tenido reuniones y seguiré asistiendo a reuniones de trabajo en todas las islas», indicó la presidenta, quien en su justificación pareció olvidarse el quid del encuentro: la comida. Desde el Govern, remitieron ayer al Ayuntamiento de Eivissa para cualquier aclaración sobre la reunión en la que, señalaron, se ofreció algo por la hora a la que se celebró ya que, de otra forma, debido a la apretada agenda de la visita a las Pitiüses, no habría podido comer.

Ayuntamiento de Eivissa, organizador del encuentro

«Se ofreció la posibilidad de comer algo siguiendo el protocolo sanitario»

El Ayuntamiento de Eivissa negó ayer que lo que se celebró el lunes a mediodía en el salón de plenos de Can Botino fuera una comida. «Fue una reunión con empresarios en la que, debido a la hora que era (las 14 horas) se ofreció la posibilidad de comer algo siguiendo el protocolo sanitario», reza el sucinto comunicado remitido por el Consistorio. «Recordamos que la ingesta de alimentos o bebidas durante la jornada laboral, solos o en compañía, están permitidos porque no se entienden como un encuentro social (como el que se podría producir si se queda a comer o cenar con compañeros de trabajo fuera del entorno de trabajo) sino laboral», continúa el texto, que defiende que el encuentro con servicio de catering celebrado el lunes a mediodía en el salón de plenos de Vila es equiparable «a comedores de centros de trabajo, cafeterías de instituto o desayunos que se sirven en otras instituciones en reuniones de trabajo».

El alcalde de Eivissa, Rafa Ruiz, no atendió ayer a este diario. Desde el departamento de prensa municipal justificaron que el primer edil se encontraba en Mérida, «en una reunión del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad con la ministra de Turismo». Encuentro, este último, del que dejó constancia en redes sociales con mensajes y fotos, a diferencia de la «reunión de trabajo» del lunes, de la que no hizo mención alguna.

Federación Socialista de Ibiza

«El Consell también ha dado comida y bebida a visitantes todos los meses de pandemia»

«La ingesta de comida y bebida en el centro de trabajo está permitida por la normativa sanitaria», afirmó ayer la Federación Socialista de Eivissa (FSE) en un comunicado, en el que acusa al Consell de Eivissa de hacer lo mismo que se hizo el lunes el Can Bonito: «El presidente del Consell, Vicent Marí, ha ofrecido comida y bebida a los visitantes de fuera de la institución en reuniones que han tenido lugar en las últimas semanas y durante todos los meses de pandemia». «En política no vale todo», continúa la nota, que afirma que se trata de una campaña «para atacar y desprestigiar al adversario político».

Grupo del PP en el Consell de Ibiza

«No se puede comparar una comida de mesa y mantel con un cruasán de cortesía»

La acusación de la FSE no sentó muy bien al grupo del PP en el Consell de Eivissa, que se apresuró a contestar: «No se puede comparar una comida de mesa y mantel que constó de primero, segundo, postre, agua y refrescos con un cruasán de cortesía que se ofreció minutos antes de una reunión». Además, recalca que en aquel caso, el encuentro, celebrado el 4 de marzo —«todos los bares y cafeterías de la isla estaban cerrados por orden de Francina Armengol y Patricia Gómez»— se anunció, se incluyó en las agendas públicas, incluso se convocó a los medios «y todas las administraciones rindieron cuentas». El PP señala que entonces «se propuso al Govern realizar todas las reuniones de forma telemática, una invitación que fue desestimada por la presidenta».

Aitor Morrás, segundo teniente de alcalde (Unidas Podemos)

El silencio como respuesta

El concejal de Vivienda, Movilidad y Promoción Económica y segundo teniente de alcalde, Aitor Morrás, no quiso valorar ayer lo ocurrido en Can Botino. La responsable de comunicación de Unidas-Podemos, socio de gobierno del PSOE en Vila, afirmó a mediodía que el edil no tenía pensado atender ninguna llamada ni hacer declaración alguna sobre este tema. Todo lo contrario de lo que hizo, precisamente, el lunes del ya popular aperitivo con trabajo, cuando mostró su enojo por que el conseller balear de Movilidad, Josep Marí Ribas, no se hubiera reunido con él (además de con el alcalde), que lleva la misma área, en su primera visita al Ayuntamiento de Eivissa. 

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