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Crisis sanitaria

Aeropuerto de Ibiza: «Teníamos mono de viajar»

Aunque «hay muchas ganas de coger un avión», en estos primeros días sin cierre perimetral en Ibiza, son pocos todavía los pasajeros que parten o llegan al aeropuerto para hacer turismo, la mayoría viaja por motivos médicos o laborales

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Aeropuerto de Ibiza: «Teníamos mono de viajar» J.A.Riera

A pesar de que el pasado lunes, 15 de marzo, se levantó el cierre perimetral en Ibiza, todavía hay pocos pasajeros que embarquen o aterricen en el aeropuerto de la isla con la intención de hacer turismo. Ayer por la mañana solo había programados seis vuelos, tres llegadas y tres salidas, que iban, en su mayoría, llenos, aunque gran parte sus ocupantes viajaban por motivos laborales o médicos.  

Con la felicidad pintada en los ojos, así salen por la puerta de Llegadas del aeropuerto de Ibiza Cecilia, Alejandro, Enrique y Silvia. Su avión, que aterrizó a las 8.45 horas, iba lleno. Las mayoría de los pasajeros del vuelo, procedente de Palma, se ha desplazado a la isla por motivos laborales, pero estas dos parejas de amigos la visitan como turistas, «en plan excursionista». Sus mochilas les delatan. Como el lunes se levantó el cierre perimetral de Ibiza, nadie a su llegada les ha preguntado el propósito de su visita.  

Pasajeros llegando ayer por la tarde a la isla. J. A. Riera

«Había mono de viajar», comenta Silvia. Ella y su marido, Enrique, llevaban sin subirse a un avión desde su viaje de novios a Filipinas, en noviembre de 2019. En el caso de Cecilia y Alejandro los últimos billetes que compraron fueron para viajar juntos a Roma y luego él a Valencia en enero de 2020. En cuanto la semana pasada se enteraron de que a partir del 15 de marzo podían viajar libremente entre las islas del archipiélago, se pusieron a planear sus vacaciones de tres días. «Fue todo improvisado», afirman. Antes de decidirse por las Pitiusas, ya habían descartado la posibilidad de visitar Canarias, porque los billetes, explican, «eran caros». Tenían claro que querían un destino tranquilo y entre Menorca y Ibiza al final se decantaron por la segunda isla, donde tienen amigos. 

En el mismo avión en el que iba este grupo de amigos viajaba Ana Albertí, que ha volado a la isla por temas laborales. Antes del coronavirus visitaba Ibiza cada quince días, siempre por trabajo, pero desde que estalló la pandemia sus viajes se han espaciado. La última vez que estuvo en la isla fue el pasado mes de octubre. En su opinión el cierre perimetral de Baleares no se debería haber levantado todavía. «Yo creo que la Semana Santa ya está perdida, así que yo hubiera esperado hasta el verano para asegurarnos la temporada. Esperemos que no haya una cuarta ola de covid», dice cruzando los dedos. 

«En mis últimos dos viajes, en enero y febrero, como había cierre perimetral, la Guardia Civil me solicitó al llegar el justificante del viaje, pero esta vez ya no»

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Libia Rodríguez no opina lo mismo. «Estoy a favor del levantamiento del cierre perimetral», afirma esta residente en Mallorca que ya está pensando en pasar sus vacaciones de Semana Santa en alguna de las islas vecinas. Su estancia en Ibiza de hoy (por ayer) al viernes es «por trabajo». «Soy visitadora de farmacia», explica. Vuela a las Pitiusas una vez al mes desde mayo de 2020. «En mis últimos dos viajes, en enero y febrero, como había cierre perimetral, la Guardia Civil me solicitó al llegar el justificante del viaje, pero esta vez ya no», detalla. Su vuelo, el que ha aterrizado a las 8.45 horas procedente de Palma, es una de las tres llegadas programadas esta mañana.

El primer vuelo de la jornada llegó a las ocho de la mañana, un poco antes de la hora estimada, procedente de Barcelona. En ese avión viajaba Daniel, que está en Ibiza también por motivos laborales. Explica que «el vuelo no iba muy lleno» y que para viajar a la isla ha tenido que presentar una PCR negativa ya que Cataluña tiene una incidencia por encima de los 100 casos por cada 100.000 habitantes.

A la hora que aterrizó el avión del barcelonés ya estaba en la terminal otro Daniel, en este caso, de Sant Antoni, que observa en una de las pantallas del aeropuerto el estado de su vuelo, uno de los tres de salida previstos durante la mañana. Comenta que se va a Mallorca de vacaciones, «dos días, para visitar a una amiga». «En cuanto me enteré de que se se podía viajar libremente entre islas cogí el vuelo. Hay que aprovechar después de casi dos meses sin volar», afirma. 

Pablo Leal y su madre, Yvonne Sosadias, por la mañana. J. A. Riera

Juan y Ana tenían que haber despegado de Ibiza rumbo a Palma a las 7.30 horas, pero una avería en el avión lo ha impedido. El vuelo, que «iba lleno», ahora se ha programado a las 9.55 horas. La pareja viaja a Mallorca por una revisión médica. Irán y volverán en el mismo día. Ya tuvieron que volar a la isla vecina la semana pasada, también por motivos médicos.

Residentes en Ibiza , estos sevillanos llevan dos años sin visitar su ciudad natal, donde vive su familia. «Teníamos previsto ir a Sevilla el año pasado, pero cuando estalló la pandemia tuvimos que cancelar los planes, aunque ya tenemos billetes para viajar allí el 28 de marzo», dicen con una sonrisa. Después de esperar un buen rato en el exterior, acceden a la terminal. Apenas hay movimiento, los mostradores de facturación están vacíos. En la oficina de información turística del Consell de Ibiza, que está en la zona de Llegadas, no han atendido todavía a ningún pasajero. «Ayer por la tarde sí que vino gente a pedirnos planos de Ibiza y de la ciudad antigua», comenta la empleada.

Minutos antes de lo programado, a las 9.20 horas, aterriza en el aeropuerto de Ibiza otro vuelo procedente de Mallorca. En él viajan Yvonne Sosadias y su hijo Pablo Leal. «Aunque yo vengo por motivos laborales, hemos aprovechado que se han levantado las restricciones para reencontrarnos con la familia que reside en Ibiza», comenta él. Su madre, de 79 años, hace más de un año que no visitaba la isla y, aunque le da respeto volar en plena pandemia, ha aprovechado el viaje por trabajo de Pablo para poder ver por fin a su otro hijo, Carlos, y a su nieta Mar, que el pasado fin de semana también voló a Ibiza desde Barcelona para celebrar en casa su cumpleaños.

Precisamente por un aniversario, el de su abuela, que cumple hoy (por ayer) 80 años, visitan Ibiza Elena y Carlos Martínez. Residentes en Palma, han organizado el viaje a última hora, aprovechando que esta semana se levantaba el cierre perimetral. Su visita, confiesan, «es sorpresa». Regresarán en el día, tras celebrar el cumpleaños con la familia «en un restaurante y en mesas separadas», dicen resignados.  

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