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La presión máxima humana en Ibiza descendió en 2020 hasta niveles de 1999 por el covid

La población censada se reduce en más de 11.000 habitantes

Platja d’en Bossa, con poca gente en el punto álgido de la temporada, en una imagen del pasado mes de agosto.

La pandemia de covid y el desplome turístico redujeron durante 2020 la presión humana máxima que soportó Ibiza hasta niveles de hace más de dos décadas, según los datos recopilados por el Observatorio de Sostenibilidad, que constatan además un descenso a lo largo del pasado año de la población censada en la isla.

El Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation hizo públicos ayer los datos que ha recopilado, en el marco de elaboración de su Informe de Sostenibilidad, sobre población de derecho (todas las personas que tienen su residencia en la isla) y presión humana (carga demográfica real que soporta un territorio en un período determinado) correspondientes a 2020. Y entre los datos registrados «se observan cambios radicales respecto del año anterior a causa de la crisis social desatada por la pandemia de covid», subraya el Observatorio en una nota de prensa. Así, si a principios de 2020 había censados 151.827 habitantes en la isla -un 2,65% más que en enero de 2019 y un 7,7% más que en 2015- en diciembre había en Ibiza 140.656 personas. Es decir, 11.171 residentes menos que a comienzos de año.

En lo referido al Indicador de presión humana (IPH), los datos recogidos en el informe a partir de la información disponible en el Ibestat, indican que el momento de 2020 en el que más gente hubo en Ibiza fue el 12 de agosto cuando se registraron 252.689 personas, un 23,6% menos que el máximo registrado en 2019. Esto significa que por cada habitante residente de la isla había en dicha fecha 1,6 visitantes, una cifra sensiblemente inferior a la de 2,12 registrada el año anterior.

Dos décadas

Hay que remontarse más de dos décadas para encontrar un máximo del IPH similar al de 2020. Sólo se registra una cifra menor que la del año pasado en 1999, momento en el que se alcanzó un máximo de 251.895 personas entre ambas islas pitiusas, ya que en dicha fecha aún no había datos desagregados entre Ibiza y Formentera.

Comparados con el año anterior, los datos indican que la presión humana que soportó Ibiza en el mes de agosto fue de media un 27,6% inferior a la de 2019, unos datos clarísimamente condicionados por la crisis de la pandemia y por el descenso de afluencia turística. En este punto hay que señalar que «el IPH incluye tanto a la población residente como a la población flotante (visitantes no permanentes) registrada en un momento determinado, por ello, el descenso porcentual de la presión humana es menor que el de llegada de turistas», aclara el Observatorio de Sostenibilidad.

Asimismo, el mínimo de presión humana registrado en la isla durante 2020 aumentó ligeramente con respecto del mínimo registrado en 2019, pasando de las 137.670 personas de dicho año a las 140.656 registradas el 1 de diciembre de 2020, un 2,1% más.

De esta forma, 2020 es el primer año desde que se registran datos desagregados entre Ibiza y Formentera, en el que no se superó la capacidad máxima de alojamiento en Ibiza, que es de 301.374 personas entre capacidad residencial y capacidad turística.

Más extranjeros

Respecto del lugar de procedencia de los habitantes de Ibiza, en 2020 la cifra de personas de origen nacional fue muy similar a la del año anterior con 112.649 habitantes de nacionalidad española, solo 1.226 personas más que en 2019. Por su parte, la población extranjera era de 39.178 habitantes, un 7,3% más que en las mismas fechas del año anterior. Además, en 2020, la población nacida en Illes Balears residente en Ibiza era de un 39,44% del total. Por su parte, la población nacida en otra comunidad autónoma fue del 30,9%, mientras que los residentes nacidos en el extranjero alcanzaron el 29,66% del total.

Respecto al origen de la población extranjera, la mayoría de las personas residentes de la isla, el 54,26% (21.261 habitantes), era de procedencia europea. Les siguen los residentes de origen sudamericano, con el 24,6%, y los de procedencia africana, con un 13,8% del total de extranjeros.

En lo que se refiere a la densidad de población de los diferentes municipios, Vila cuenta con la mayor densidad de la isla con 4568,71 habitantes por kilómetro cuadrado, seguido por Santa Eulària con 256,39, Sant Antoni con 213,62 y Sant Josep con 174,51. En último lugar, el municipio con menor densidad de población es Sant Joan con tan solo 54,08. De esta forma, la densidad media de la isla fue de 265,54 habitantes por kilómetro cuadrado en 2020.

Por último, la edad media de los residentes de la isla fue en 2020 de 40,2 años. Así, la población menor de 16 años era del 14,98%, mientras que la población de 16 a 64 años supuso un 72,44% en dicho año y la de 65 o más años un 12,57% de total.

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