La isla de Ibiza entra hoy en el nivel 3 de alerta sanitaria y a partir del lunes podrán reabrir las terrazas de bares y restaurantes, hasta las cinco de la tarde, iniciando una desescalada "lenta para ser segura" y que permita "reactivar la economía evitando errores anteriores", según explicó ayer en Ibiza la presidenta del Govern balear, Francina Armengol.
Las nuevas medidas, que se aprobarán hoy en el Consell de Govern, se mantendrán hasta después de Semana Santa. Así, el toque de queda se mantendrá en Ibiza a las 22 horas hasta el 11 de abril, pero desde el lunes se levantará el cierre perimetral de la isla. Hasta el 26 de marzo, las reuniones sociales podrán contar con hasta seis personas de un máximo de dos núcleos de convivencia, si bien entre el 26 de marzo y el 11 de abril sólo podrán reunirse en viviendas personas de un mismo núcleo de convivencia. Quienes vivan solos no podrán recibir visitas durante esas dos semanas.
A partir del lunes reabrirá la restauración, con terrazas ocupadas hasta un 50 por ciento y mesas de hasta cuatro comensales. Las terrazas deberán cerrar a las 17 horas mientras que los comercios incrementarán sus aforos desde el 30 hasta el 50 por ciento. Armengol señaló que el horario límite para la restauración pretende «evitar que la gente se quede después de comer a hacer ‘tardeo’».
También se permitirá la reapertura de salas de actividad dirigidas, con hasta seis personas, y de gimnasios con un aforo del 30 por ciento y uso obligatorio de mascarillas, entre otras restricciones. El Govern no volverá a revisar las medidas hasta el 9 de abril.
Unidad para «tumbar la curva»
Tras presidir la Mesa de Diálogo Social junto al presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, y los alcaldes de la isla, Armengol comenzó su comparecencia agradeciendo el "comportamiento ejemplar" de los ciudadanos, que ha permitido "tumbar la curva" y mejorar la situación epidemiológica en la isla, donde la incidencia es actualmente de 60 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días, una situación sanitaria que ha mejorado de forma rápida desde que en enero se alcanzara una incidencia superior a los 2.000 casos.
"Tenemos claro que si cumplimos las restricciones, con esta actitud valiente y comprometida, y si aumentamos la vacunación, podremos ver la luz al final del túnel y dominar a la enfermedad"
Aun así, Armengol reconoció que preocupa la progresión de la variante británica del virus, que es del 73% en Balears, y reveló que se han detectado casos de la variante brasileña, en Mallorca, y californiana (seis casos) en Ibiza. «Pero tenemos claro que si cumplimos las restricciones, con esta actitud valiente y comprometida, y si aumentamos la vacunación, podremos ver la luz al final del túnel y dominar a la enfermedad», añadió la presidenta autonómica.
«Mensaje de esperanza»
Vicent Marí, por su parte, explicó que esta flexibilización de las restricciones es un «mensaje de esperanza» hacia toda la sociedad ibicenca tras unas medidas «duras, pero que han funcionado», por lo que ahora se puede iniciar una desescalada «lenta y prudente» para evitar, dijo, las situaciones vividas hace unas semanas.
«Mucha gente no lo entiende y hay críticas», reconoció Marí, quien, no obstante, añadió que «la mejor carta de presentación» de la isla de cara a la temporada turística es que haya pocos contagios. Además, calificó de «buena noticia» que se aumente el ritmo de vacunación y afirmó que abordarán la próxima semana alargar hasta abril las ayudas de 1.500 euros al mes para empresas afectadas por las restricciones, ya que estas continuarán el próximo mes.
Piscinas, gimnasios y pabellones, al 30% de capacidad
Las salas de actividades dirigidas, las de musculación y las piscinas deportivas de Ibiza podrán abrir a partir del lunes con un aforo del 30%. En las piscinas deportivas cubiertas la actividad deportiva no federada se podrá llevar a cabo si se reduce la capacidad máxima al 30%, se permitirá un máximo de tres personas utilizando simultáneamente el mismo carril de natación y un total de 24 personas haciendo uso simultáneo de la piscina.
En las instalaciones deportivas cubiertas la actividad deportiva no federada se podrá llevar a cabo a un máximo del 30% de la capacidad ordinaria. En cuanto al uso de vestuarios, se permite con una reducción de la capacidad al 30%.
