El Ayuntamiento de Sant Antoni planteará esta mañana en la reunión que mantendrá el Consell con todos los consistorios que se aplace la decisión sobre si este verano debe funcionar o no la flota de taxis estacionales. El primer teniente de alcalde, Joan Torres, se reunió ayer con los representantes de las tres asociaciones de taxistas del municipio para recoger de primera mano su posición. A través de una nota de prensa, el Ayuntamiento informó de que el sector está «preocupado» ante la posibilidad de que se decida, «sin saber cómo se presenta la temporada», que las licencias estacionales vuelvan a operar este verano.

La Federación Insular del Taxi ya se ha manifestado en contra de que este verano funcionen las licencias estacionales, debido a la incertidumbre sobre cómo va a afectar la pandemia a la actividad. En todo caso, no se niega rotundamente, pero al menos reclama que no se decida ahora y se espere al menos a mayo para poder evaluar la situación con mayor rigor. Esta es, precisamente, la postura que defenderá Sant Antoni en la reunión de hoy, tal y como Torres pactó ayer con las asociaciones.

También hablaron ayer de los cambios previstos en la ordenanza municipal que regula el sector para obligar a los taxistas a llevar uniforme y aparatos para que los clientes puedan pagar con tarjeta. La vigencia del permiso municipal del taxi pasará de cinco a diez años y se valora la posibilidad de que los conductores de otros municipios puedan trabajar en Sant Antoni con un certificado del Ayuntamiento y el abono de la tasa. Además, Sant Antoni pedirá al Consell, a petición de los taxistas, que se instale una parada al inicio de la avenida Portmany, cuyo titular es la institución insular.