La conselleria balear de Salud descarta levantar las restricciones para frenar el coronavirus en Ibiza antes del 16 de marzo. Así lo afirmó ayer la consellera, Patricia Gómez, tras la reunión mantenida en el Consell de Ibiza con el presidente insular, Vicent Marí, y los alcaldes.

La presidenta del Govern, Francina Armengol, anunció ayer a mediodía que las limitaciones de la fase cuatro reforzada de Ibiza se mantendrán, al menos, dos semanas más. Es decir, que toda la restauración permanecerá cerrada (exceptuando los servicios para llevar) otros quince días, lo mismo que los gimnasios y los grandes comercios que no vendan productos esenciales. De la misma manera, se mantiene la prohibición de reunirse con otros núcleos familiares que no sean el propio. Tras el anuncio, tanto Marí como los empresarios de la hostelería reclamaron a la conselleria analizar la situación con visos a aligerar las restricciones dentro de una semana. Sin embargo, Gómez descarta esta posibilidad. «Analizamos la situación diariamente y los viernes hay un Consell de Govern extraordinario para ello», explicó la consellera, que destacó que para poder plantearse comenzar la desescalada en Ibiza sería necesario «consolidar una incidencia por debajo de 200 casos durante quince días». En estos momentos, recordó la consellera, este indicador se sitúa en la isla de Ibiza en 217 casos por cien mil habitantes. Es decir, que ni siquiera está por debajo de esa cifra. Gómez indicó que, en el caso de que dentro de quince días se puedan relajar las medidas, la desescalada en Ibiza será «lenta» y, además, si las cifras vuelven a subir se dará un paso atrás y se adoptarán de nuevo las restricciones de forma inmediata.

« Para desescalar hay que consolidar una incidencia por debajo de 200 durante quince días»

PATRICIA GÓMEZ CONSELLERA BALEAR DE SALUD

«Seguimos en una situación compleja y difícil aunque, afortunadamente, la tendencia es de bajada constante», indicó el presidente del Consell, que defendió una retirada de las medidas de prevención «prudente» para evitar una cuarta ola. «Me gustaría dar buenas noticias, pero no es posible», comentó la consellera, que defendió que las medidas «son efectivas» y han servido para reducir las «preocupantes» cifras de incidencia y de ocupación de Can Misses que se han vivido en el último mes y medio. El objetivo en estas próximas dos semanas en Ibiza es «bajar la incidencia lo máximo posible» así como la ocupación del Hospital Can Misses.