Ports de les Illes Balears aprobó ayer una nueva prórroga, de tres meses, de la moratoria de la actividad comercial en el puerto de Sant Antoni de Portmany. El consejo de administración de esta empresa pública que depende del Govern balear autorizó una prórroga hasta mayo de la vigencia de la medida provisional de suspensión del tráfico de ferris en este puerto de competencia autonómica. Esta medida entrará en vigor a partir del 1 de marzo.

Prudencia

El nuevo conseller de Movilidad y Vivienda, el ibicenco Josep Marí Ribas, quiere aplicar así un criterio de «prudencia» y dedicar un espacio de tiempo suficiente para intentar encontrar un consenso global sobre esta decisión.

El objetivo de la nueva prórroga es propiciar el diálogo y la participación de todas las instituciones y de los agentes afectados, antes de adoptar la resolución definitiva para este puerto cuyos futuros usos han provocado un intenso debate, incluso en el seno del propio PSOE, en el que mientras Marí Ribas se mostraba contrario a los ferris, el alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, apoyaba la continuidad del tráfico en la bahía.