La tensión en el sector de la restauración se ha disparado durante el día de hoy, después de que desde el Govern se haya comunicado a las patronales isleñas que se baraja la posibilidad de que en la primera fase de su desescalada, que se iniciará el próximo día 2 en Mallorca, se obligue a estos establecimientos a cerrar a las cuatro de la tarde. Esta opción cuenta con el rechazo tanto de las organizaciones empresariales como del sindicato UGT, mayoritario en esta actividad, que reclaman alargar algo más el tiempo de actividad. Hasta el momento el Govern no ha detallado si la desescalada afectará también a la isla de Ibiza, pues su situación epidemiológica es bastante peor.

Desde estas organizaciones se apunta que el Govern les ha informado, aunque no por escrito ni con carácter oficial, que a partir del día 2 solo podrán abrir sus terrazas, con un aforo del 50% y un máximo de cuatro comensales por mesa.

Muchos trabajadores como funcionarios, personal de banca y otras oficinas, concluyen su jornada a las tres de la tarde

Pero el punto más polémico ha sido el del horario, al indicar que se plantea la posibilidad de obligar a que el cierre se produzca a las 4 de la tarde. Patronales y sindicatos de Mallorca consideran que ese límite es excesivamente prematuro, y recuerdan que muchos trabajadores, como funcionarios, personal de banca y otras oficinas, concluyen su jornada laboral a las 3 de la tarde, lo que apenas dejaría tiempo para que pudieran comer.

Fuentes del Govern insisten en que todavía no hay una propuesta oficial por escrito, aunque se admite que se está estudiando que la hora de cierre se fije antes de las seis de la tarde (esa era la hora límite antes de que se elevaran las restricciones), lo que deja sobre la mesa la posibilidad de que sus planes contemplen tanto las cuatro como las cinco de la tarde. El objetivo es evitar el denominado ‘tardeo’, es decir, el consumo de bebidas alcohólicas durante las tardes.