El Govern ya ha recolocado a cuatro de los cinco directores generales cuyos departamentos han desaparecido con la última remodelación. El PSOE acomoda como altos cargos o asesores de otras áreas a los responsables de las diferentes direcciones generales suprimidas al ser fusionadas con otras. Son los casos del exconseller insular y hasta ahora director general de Relaciones Institucionales, Miquel Ángel Coll; el exdiputado y ya exdirector general de Derechos y Diversidad, Pau Morlà; la exconcejala en Cort y hasta la fecha directora general de Coordinación, Yolanda Garví; y el exalcalde de ses Salines y titular de la hoy eliminada dirección general de Arquitectura, Bernat Roig.

De las direcciones de Coordinación y Derechos y Diversidad, que ahora pasan a ser solo una en manos de la exconsellera Isabel Castro, quedaban fuera Garví y Morlà. Mientras la primera pasa a ser la nueva secretaria general de la nueva conselleria de Fondos Europeos, el segundo, que había recaído en el Govern al perder su escaño en Madrid con la repetición electoral de 2019, ha sido recolocado como delegado del Ibavi en Menorca. De Relaciones Institucionales, que se ha fusionado con Cooperación Local y que quedará en manos de Francesc Miralles, ha salido Coll, nuevo jefe de gabinete de la nueva consellera de Presidencia, Mercedes Garrido.

Precisamente, bajo el paraguas de la misma conselleria quedará el exalcalde de ses Salines y hasta ahora director general de Arquitectura, área que se fusiona con la dirección de Vivienda, Bernat Roig, que ocupará plaza de asesor como interlocutor parlamentario.

De los cinco altos cargos caídos con el recorte de direcciones generales, sólo María Amengual, cuya dirección general de Participación y Voluntariado se ha fusionado con Transparencia, no tiene hoy por hoy nuevo cargo en el Govern.

Pese a que cuatro de los cinco altos cargos suprimidos han sido recolocados, al baile de sillas en tercera línea y a que, como informó este diario, antes de la remodelación había más de una quincena de plazas vacantes -como las nueve plazas de asesores eliminadas en los gabinetes de la presidenta y de los consellers, el delegado del Govern en Madrid o el director de la Agencia Tributaria-, el portavoz del Ejecutivo, Iago Negueruela, aseguró ayer que la eliminación de 15 plazas supondrá un ahorro de 800.000 euros.