Pese a que la situación epidemiológica de Balears es buena y la evolución de nuevos casos descendente (ayer 91, trece menos que la víspera, con una tasa de positividad del 3,16%), el servicio de Microbiología de Son Espases ha constatado un aumento de las PCR positivas atribuibles a la variante británica, que ya sería la culpable del 40% de las nuevas infecciones frente al 20% de la semana pasada.

Este aumento de casos atribuibles a la mutación no comprometería la buena evolución epidemiológica de Baleares pero sí aconsejaría ser cauto a la hora de levantar las actuales restricciones.

Y así lo reflejó tras el Consejo Interterritorial celebrado ayer la consellera de Salud, Patricia Gómez, al confirmar que la variante británica estaría ahora detrás del 40% de los nuevos casos en Mallorca y del 50% en Ibiza.

«Esto nos condicionará la desescalada, hemos de estar muy pendientes» de la propagación de esta variante. «No podemos esperar resultados diferentes si hacemos lo mismo», subrayó anticipándose a las previsibles críticas que acompañarán a una ralentización en el levantamiento de las restricciones.

«A la hora de rebajar (las restricciones) deberemos extremar la prudencia», concluyó la consellera resaltando no obstante que Balears es actualmente la segunda comunidad del país con menor incidencia por coronavirus.

Esta cautela también fue defendida por Antonio Oliver, jefe de Microbiología del hospital de Son Espases. «La incidencia sigue bajando pese a una mayor presencia de la cepa británica, que ya casi es la culpable del 40% de los nuevos contagios. No obstante, el número total de casos, incluso con la cepa británica, sigue en franco descenso», se congratuló el responsable del mayor laboratorio de las Balears.

Un centenar a la semana

Preguntado sobre cuántas nuevas infecciones, en números absolutos, han detectado en los últimos días que han estado provocadas por la variante británica, Oliver señaló que en la última semana en torno a un centenar.

El microbiólogo jefe reiteró que, en su opinión, la mayor presencia en Balears de la variante detectada inicialmente en el Reino Unido no comprometería la buena evolución epidemiológica de las islas. Lo que sí admitió es que su aumento podría obligar a ser más cauto a la hora de aliviar las actuales restricciones.

«Si no estuviera la variante británica o estuviera en menor medida, se podrían relajar más las actuales limitaciones. Obliga a pensar más cómo se acometerá la desescalada para evitar que comprometa nuestro futuro más inmediato. Al circular de forma importante la variante británica, habrá que pensar mejor qué siguientes pasos se dan», advirtió.

«La cepa británica ya es una realidad, como lo es también que se está expandiendo por todo el mundo», apuntaba el doctor Javier Garau, jefe de Medicina Interna de la Clínica Rotger, un experimentado facultativo que coincidía al cien por cien con el análisis de Oliver.

Aunque revelaba que la variante inglesa está teniendo un menor protagonismo en las pruebas realizadas en el laboratorio de la Rotger -entre un 23% y un 35% de los nuevos positivos-, señalaba a continuación que aproximadamente en uno de cada tres casos diagnosticados actualmente en el conjunto del país estaría detrás la mutación vírica del Reino Unido.

Sobre las características de la variante, Garau incidió en lo que ya se conoce sobre ella. «Que su trasmisibilidad es superior es algo que parece ya seguro. Otra cosa es que la mortalidad que puede llegar a provocar sea mayor. Eso nadie lo ha demostrado aún. Simplemente puede ocurrir que al provocar más contagios, algunos de ellos sean más graves», razonó.

Lo que rechazó el internista jefe es que se pretenda decir ahora que la pandemia ha sido más difícil de controlar por la circulación de esta variante. «Hasta el momento no ha tenido un papel importante, aunque puede que lo juegue a partir de ahora (por el aumento de su prevalencia)», diferenció Garau anticipando que probablemente «de aquí a dos semanas la mitad de los casos serán británicos».

¿Descenso de casos por las medidas o por el propio virus?

Aunque el doctor Garau achaca buena parte de la mejor situación actual a las medidas adoptadas y al inicio de la vacunación, no descarta que la propia forma de actuar del nuevo coronavirus explique que, por ejemplo, al inicio de verano se diera un descenso generalizado de su incidencia en prácticamente todo el mundo, con independencia de las medidas que cada país tenía en vigor.

«Por primera vez en la historia de la Medicina desde que se tienen registros, este año no ha circulado el virus de la gripe. Y nadie ha ofrecido una explicación coherente. Generalmente llegaba a mediados de febrero y luego caía. Todavía no entendemos bien la forma de actuar de los virus respiratorios. Y el genio epidémico de este coronavirus tiene factores que aún desconocemos», apuntó el especialista.