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Paseo vigilado entre los almendros

Entra en marcha el dispositivo de vigilancia del Pla de Corona con la Policía Local, la Guardia Civil, Protección Civil y un piloto de dron | Los vecinos valoran las visitas para contemplar los almendros, pero recuerdan que no se puede invadir los campos sembrados

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Paseo vigilado entre los almendros. Vicent Mari

El cierre de la hostelería favoreció que, el domingo pasado, Corona recibiera más visitantes que nunca para contemplar la floración de los almendros. Varios vecinos se toparon con los accesos a sus casas bloqueados por coches aparcados o con gente que arrancaba las flores de los árboles para prepararse un ramo, por lo que el Ayuntamiento ha preparado un dispositivo para evitar que se repitan estos actos.

Los vecinos de Corona coinciden en señalar que jamás habían visto tanta concentración de personas y coches como el domingo de la semana pasada. No les molesta la masa de visitantes y ven necesario que la gente salga al campo ahora que es la única opción que queda. Incluso muestran su orgullo de pueblo al ver la admiración que crea la floración de sus almendros, pero no dan crédito ante algunas invasiones a sus propiedades que sufren año tras año por estas fechas y que la semana pasada se multiplicaron.

Sus quejas provocaron que el Ayuntamiento de Sant Antoni haya organizado, para este fin de semana, un dispositivo especial para evitar el bloqueo de los caminos a las casas de la zona o el paso de vehículos y personas por los sembrados.

Un voluntario de Protección Civil, junto al aparcamiento de Corona. VICENT MARÍ

Miquel Bonet se dirige con su tractor a su finca, donde la semana pasada encontró coches aparcados sobre los sembrados de forraje y cebada. J.A.C.

A las diez de la mañana, los cinco voluntarios de Protección Civil del primer turno ya han desplegado su carpa en el aparcamiento de Corona. Dos agentes de la Policía Local, un piloto de dron del departamento de Medio Ambiente de Sant Antoni y una pareja de la Guardia Civil completan el dispositivo. También se encuentran dos informadoras de covid del Govern.

El dron va realizando vuelos periódicos sobre el valle y, si detectara alguna conducta reprochable, los agentes acuden al lugar. Además, tanto los policías como los voluntarios de Protección Civil van dando vueltas por los caminos para informar de que las propiedades privadas deben respetarse.

Uno de los que sufrió esos problemas el domingo pasado es Miquel Bonet, que poco después de las diez de la mañana se dirige con su tractor a la finca. Es uno de los que invirtió en la plantación de 286 almendros en el Pla de Corona en 2018. «Tenía cuatro coches encima de la era, otros colapsando todas las entradas a mi casa y hubo vecinos que no pudieron entrar o salir de sus casas por tener el camino bloqueado. ¿Pero cómo se le puede ocurrir a alguien aparcar en la entrada de una casa?».

Los coches dentro de las feixes son otro de los constantes problemas con que se encuentran durante la floración de los almendros. Pero, en el caso de Bonet, incluso aparcaron sobre los sembrados de forraje y cebada que prepara para sus ovejas. «Seguro que no es con mala intención en muchos casos, pero hace falta un poco de civismo y sensatez en algunas personas».

Los paseantes y los ciclistas aprovechan el camino que circunda el Pla de Corona para contemplar el paisaje. VICENT MARÍ

Pep Torres, Racó, vive en una de las casas sobre el camino que circunda el valle. «Está muy bien que la gente venga a ver un espectáculo tan bonito, pero como vino tanta, al estar los bares y restaurantes cerrados, es necesario que haya un poco de control, porque si no esto quedará arrasado». «Si la feixa no está trabajada, no pasa nada, pero alguna gente te dice que ‘el campo es de todos’ mientras te apisona una que está arreglada», lamenta. También critica a los que se hacen ramos arrancando los brotes con flores, llevándose así las futuras almendras, «además de que hace mucho daño al árbol».

En Cas Ferrer, la tienda a la entrada del pueblo, su propietario, Toni Costa, recuerda que, la semana pasada, incluso encontraron a un grupo de jóvenes encaramados a una rama de almendro. «No dejaron de tirar de ella hasta que la arrancaron, y eso que era bien grande», lamenta. «Me parece muy bien que paseen por los caminos, ¡pero es que había coches circulando dentro de las feixes!».

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