Unos 50 bares y restaurantes de Ibiza se han sumado hoy a la cacerolada convocada por ABRE (Asociación de Bares y Restaurantes de Eivissa).
El objetivo era hacer ruido para que se escuche su petición de aumentar las ayudas a este sector, que actualmente tiene que mantener cerrados sus negocios y que durante toda la pandemia ha padecido muchas limitaciones para desarrollar su actividad.
Sin embargo el ruido que se deseaba hacer no se ha oído por toda la isla. En Vila, sólo por la zona de sa Graduada se ha escuchado algo más de ruido de cacerolas. La distancia entre unos locales y otros ha disminuido los efectos sonoros de la protesta.