Ibiza ganó población en 2019 (3.913 nuevos habitantes), pero sólo gracias al aumento de extranjeros. El 69% de los nuevos ciudadanos (2.687 personas) eran foráneos, mientras que el resto, 1.226, eran españoles, según los datos de padrón continuo a 1 de enero de 2020 publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La población extranjera, pese a representar el 25,8% de esa isla, aumentó más que la nacional, tanto cuantitativa como porcentualmente (7,3% frente al 1%).

Formentera, sin embargo, se comportó de una manera muy diferente. No sólo fue la única isla balear que redujo población, sino que ya lleva así tres años seguidos. Y lo curioso es que prácticamente perdió el mismo número de extranjeros (-100) que de españoles (-107), que allí son el 61,3% de la población. Hay que remontarse hasta 2015 para encontrar un padrón más escuálido.

El 'brexit' suma británicos. Los italianos no sólo siguen encabezando el ranking de extranjeros empadronados en Ibiza (5.642) sino que además sigue aumentando con fuerza su número (+8,3%). La marroquí continúa siendo la segunda comunidad extranjera (4.500) y se ha incrementado un 2,6%. También crece un 2,42% la rumana (3.979). Pero entre las más numerosas, la que experimenta la mayor subida (10,4%) es la británica (3.022), que tras cuatro años de descensos, lleva dos sumando residentes gracias al efecto brexit. Hay 2.198 alemanes, casi los mismos de los últimos cuatro años, pero en Formentera cada vez hay menos: 294 en 2019, la cifra más baja del último lustro. Lo mismo ha sucedido en esa isla con los italianos, los rumanos y los argentinos: son las comunidades extranjeras más numerosas allí, pero no paran de menguar desde 2015.

Acento colombiano. Llaman la atención algunos crecimientos registrados en Ibiza en poblaciones como la colombiana (+29%), que ha añadido 377 compatriotas a los 1.307 existentes en 2018 en Ibiza (y un 11,2% más en Formentera: nunca hubo tantos allí); la paraguaya (+18%), con 291 ciudadanos nuevos de ese país más, o la senegalesa (+14,4%).

Sólo el 15,7% de los rusos son hombres. En la estadística afloran diversas singularidades, especialmente en lo relativo al sexo. Resulta curioso, por ejemplo, que sólo en 15,7% de los 216 rusos que viven en Ibiza sean hombres, que sólo el 23% de los senegaleses sean mujeres, que el 76% de los argelinos sean varones y que haya sólo un 40% de brasileños y un 60% de brasileñas.

Vila y Santa Eulària crecen igual. Donde más aumentó porcentualmente la población fue en Santa Eulària, un 3,5%, pero cuantitativamente casi empata con Ibiza: registró 1.343 nuevos habitantes, dos menos que la capital, cuyo municipio incrementó su población en un 2,7%, mismo porcentaje de Sant Antoni. En Sant Josep sumaron un 1,1% y en Sant Joan, un 2,8%.

Alemanes en Santa Eulària, marroquíes en Sant Antoni. Por nacionalidades, los alemanes prefieren Santa Eulària (1.077), como los británicos (1.326) y los franceses (678), mientras que por Ibiza se decantan los italianos (1.989), los rumanos (1.615), los ecuatorianos (1.234), los paraguayos (1.110) y los colombianos (807). El 35% de los marroquíes (1.572) viven en Sant Antoni, una cantidad muy parecida a la que hay en Ibiza (1.551).

19 centenarios. En 2019 vivían en las Pitiusas 19 centenarios, cinco menos que un año antes (dos menos de Sant Antoni y tres menos de Santa Eulària). Uno reside en Formentera, ocho en Vila, cuatro en Sant Antoni, uno en Sant Josep, dos en Sant Joan y tres en Santa Eulària. Es la menor cantidad de mayores de 100 años de los últimos cuatro años.

La población envejece. Los mayores de 65 años son ya el 12,5% de los ibicencos, cuando hace un lustro eran el 11,7%. En el último año se añadieron 632 personas más a ese segmento de la población. Pero los menores de 16 años han pasado de ser el 15,3% en 2015 al 14,9% en 2019, cuando sólo hubo 259 nuevos jóvenes.