Alrededor de 150 coches, unas 200 personas, participan en la caravana de protesta del sector de la restauración en Ibiza, que exige un plan para salvar la hostelería de la isla. A las 11 de la mañana la caravana ha salido del parking del Pare Josep Manxarrell (detrás de Ikea, en es Gorg) para continuar por la avenida de Santa Eulària.

La manifestación ha sido convocada por la Asociación de Bares y Restaurantes de Eivissa (ABRE) para exigir la aplicación de un decálogo de medidas que consideran urgentes para la supervivencia del sector. El documento incluye reclamaciones como la puesta en marcha de ayudas reales y directas a modo de compensación por la obligación de cierre o limitación de su aforo a aquellos locales que puedan demostrar que han bajado más de un 50 por ciento su facturación en 2020.

Entre pitadas, algunos de los participantes piden a gritos la dimisión de la presidenta del Govern, Francina Armengol y en los carteles que han adherido a sus turismos pueden verse mensajes como 'Cerrados sin ayudas. Perdonen las molestias' o 'Si el pueblo no trabaja, tú no cobras'.

ABRE planteó este acto de protesta ante las nuevas restricciones, que suponen el cierre de estos establecimientos en la isla, en nivel cuatro de riesgo por el covid. Aunque en un principio la movilización estaba prevista a pie, finalmente se ha hecho en coche y variando el itinerario para «poder asegurar el máximo de precauciones para no aumentar la expansión del virus», informó ABRE.