Con la pandemia «desbocada» tanto en el archipiélago como en nuestros principales mercados emisores el sector hotelero tiene ya asumido que la próxima temporada turística no empezará hasta mayo o incluso el mes de junio. Preocupa el nivel de contagios en Balears y la situación de Reino Unido y Alemania.

Solo queda trabajar otra vez para la apertura de corredores seguros, con la mirada puesta en el plan piloto del verano pasado, pero esta vez incluyendo pruebas diagnósticas, como defendió el sector turístico entonces. Y reclamar que lleguen más vacunas a la comunidad balear para que permitan arrancar la temporada en mayo, porque se trata de «una necesidad» ligada al modelo económico. A Balears no le sirve «tener la inmunidad en noviembre», asegura Gabriel Llobera, presidente de la Agrupación de Cadenas Hoteleras (ACH).

Esta semana los hoteleros «hemos tenido que levantar la voz», afirma Llobera porque «no tenemos ni idea de hacia dónde vamos con las administraciones». Por ello, el viernes pasado la ACH y la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) emitieron un duro comunicado que marca un cambio de tono hacia el Ejecutivo Armengol.

«No moriremos de covid pero sí de hambre», dice Llobera sobre cómo está el sector. Cuando llegue mayo la industria hotelera cumplirá más de un año y medio sin actividad y con empresas que ni siquiera llegaron a abrir en verano.

Contra Armengol

La gota que colmó la paciencia de los hoteleros y que ha endurecido su discurso con la presidenta fue la rueda de prensa del pasado viernes en la que el Ejecutivo dio cuenta de las ayudas para la restauración y el resto de sectores afectados por el cierre desde la semana pasada, dejando de lado «al primer eslabón de la cadena de valor turístico».

Casi «un año después» del inicio de la crisis, critica Llobera, no hay ni ayudas directas, ni plan de rescate ni tampoco cambios legislativos. «No sobreviviremos a base de conversaciones sino de ayudas y medidas concretas y directas», advierte el sector en su último comunicado.

«No podemos seguir con la presión fiscal», reclama el dirigente hotelero. Pone de ejemplo que se están cobrando las mismas tasas de basura a unos ayuntamientos que «no pagan a Son Reus lo mismo que el año pasado» y algunos consistorios han subido el IBI cuando «hemos facturado cero».

Ramón Hernández, de BlueBay Hotels, prevé que el verano será «muy bajito», con 90 o 100 días de temporada, por lo que las aperturas se atrasarán a junio. Mientras el Caribe, con tanta presencia de hoteleras baleares, tampoco está respondiendo como un salvavidas, Antoni Horrach (HM Hotels) se declara partidario de un confinamiento duro en Balears para mejorar la pandemia.

Jaume Horrach, vicepresidente de la FEHM, duda de que haya aperturas antes de mayo o junio, aunque confía en «la ventaja» de la vacuna.

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