Los empresarios de las tiendas de los aeropuertos están en pie de guerra contra AENA porque no se aviene a renegociar los contratos de alquiler a pesar de la drástica caída del flujo de pasajeros debido a la crisis sanitaria. El gestor aeroportuario incluso pretende cobrarles las mensualidades correspondiente al estado de alarma, cuando se interrumpió el tráfico, así como por los locales que se ubican en terminales cerradas por decisión de la empresa semipública.

Tras diez meses de crisis y sin visos de que el tráfico aéreo vaya a remontar por la pandemia, ya hay pymes que han trasladado su pugna a los tribunales para que se suspenda el pago del alquiler. Así Zea Retail, con 13 locales en la red aeroportuaria española, uno de ellos en Eivissa y otros tres en Son Sant Joan, batalla porque se modifiquen sus contratos ante la caída del tráfico.

Mientras en Mallorca aún no han logrado avanzar -esta semana se les ha denegado las medidas cautelares solicitadas para dos locales y también en Madrid-, el juzgado de Primera Instancia número 3 de Eivissa ha dado la razón a Zea Retail. Admite el desembolso de 8.279 euros y así suspende cautelarmente el pago de la renta mínima garantizada anual correspondiente a 2020, que asciende a 441.690 euros por un local que se encuentra en la zona de embarque cerrada en el aeropuerto ibicenco. También queda suspendido el aval en caso de impago por un importe de 208.397 euros.

Un representante de Zea Retail señala la importancia de esta medida cautelar admitida, mientras está pendiente de otra solicitada para su tercera tienda en el aeropuerto mallorquín.