El cierre desde hoy de todos los bares, restaurantes y cafeterías (salvo los que puedan servir comida para llevar), de los comercios de más de 400 metros cuadrados no esenciales y de los gimnasios, como consecuencia del pase de Ibiza al nivel 4, provocará una «avalancha de ERTE» en los próximos días, la tercera oleada de estos expedientes de regulación temporal de empleo desde que en marzo comenzó el estado de alarma. Así lo augura Consuelo López, secretaria de organización de CCOO, que advierte de que «los expedientes empezarán ahora a entrar en tromba», especialmente de aquellos negocios que «estuvieran abiertos, al poder alegar limitación de la actividad».

¿Cabe la posibilidad de que algún empresario, ya harto, decida aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) en vez de un ERTE? «No se entendería, pues los ERTE benefician al trabajador y a ellos mismos, por las exoneraciones de las cuotas a la Seguridad Social», indica Consuelo López, si bien la secretaria general de Hostelería de CCOO, Guadalupe López, no lo descarta: «Tenemos miedo, porque así nos lo transmiten algunos trabajadores de pequeñas empresas, de que en estas dos próximas semanas muchos empresarios decidan cerrar definitivamente. Los propios trabajadores ven que los números no salen».

«Es un cierre fuerte. No nos han confinado a todos en casa, pero casi casi», se queja Consuelo López, cuyo sindicato pidió « que se mantuviera abierta de alguna manera la restauración, que no se cerrara totalmente». Para Guadalupe López, «las medidas que tomó el Govern desde el día 20 de diciembre se tenían que haber adoptado antes del puente de la Constitución. Quizás no hubiésemos llegado así a estos picos. Aquel puente, muchos vinieron desde la Península sin ningún control, ni en puerto ni en aeropuerto».

Tanto CCOO como UGT se centran ahora en que la mesa de diálogo social firme ya «la prolongación hasta el 31 de mayo de las prestaciones extraordinarias de los fijos discontinuos que se reciben en Balears, que concluyen el 31 de enero. Tienen que meter a los fijos discontinuos en ese acuerdo sí o sí», recalca la sindicalista de CCOO. «Si el acuerdo sale adelante -añade la secretaria de organización de CCOO-, los trabajadores estarían protegidos, pero las empresas, sobre todo las pequeñas, lo tienen complicado. Los empresarios piden ayudas directas ya porque no aguantan más».

Respecto al arranque de la temporada, ambas dan por perdida la Semana Santa: «En el Foro para un destino seguro calculábamos que para el 15 de marzo ya deberíamos estar en el semáforo verde (25 casos por cada 100.000 habitantes), pero llegó la Navidad y en pocos días esto se ha ido al traste», comenta Consuelo López. «Nos damos por contentos, sería un sueño, si en verano estamos a medio gas, con un 50% de los turistas de 2019». «Contemplábamos la Semana Santa -coincide Guadalupe López- como el punto de partida de la nueva temporada. Pero con los contagios que hay, la damos por perdida. Empezaremos a tener un problema gordo si los establecimientos no empiezan a abrir pronto», avisa.