«Hay que mejorar la gestión de los controles en puertos y aeropuertos porque no están funcionando adecuadamente», afirmó ayer el presidente del Consell de Ibiza, que exigió «más rigor» al Govern para garantizar que se detecte a todos los positivos «que pueden contagiar». El presidente achacó a la «falta de personal» las deficiencias en estos controles y reclamó que se utilice a personal del ejército para ello.

El presidente del Consell también se mostró algo descontento con el avance de la vacunación en la isla. «Nos preocupa el bajo ritmo», indicó antes de recordar, sin embargo, que confía en que las previsiones «se puedan cumplir». La consellera balear de Presidencia, Pilar Costa, quiso tranquilizar tanto a los responsables de las administraciones como a los agentes sociales y aseguró que en las próximas semanas, así como las islas vayan recibiendo no sólo las dosis de Pfizer sino también las de Moderna y las de otras empresas que se vayan incorporando «el ritmo de vacunación aumentará».

En este sentido, Costa insistió en que tanto la compra de las vacunas como las fases de las campañas no lo deciden ninguna institución de las islas sino que viene marcado desde el Gobierno o, incluso, la Unión Europea. «Si un Ayuntamiento, como Sant Joan, fuera millonario y quisiera comprar vacunas, no podría», puso como ejemplo. Costa negó que falte personal para la campaña de vacunación y recordó que hoy finalizará la vacunación en las residencias de la isla, que comenzó una semana más tarde que en el resto de las islas, y que este miércoles comenzará a administrarse a los profesionales sanitarios que se encuentran en primera línea de atención al coronavirus. Será en este momento, indicó, cuando «se agilizará» la vacunación, ya que no sólo este colectivo s más numeroso sino que, además, no se reservarán las segundas dosis como sí se ha hecho ahora para garantizar tener stock. Costa hizo hincapié en que la inmunidad no se alcanza hasta una semana después de haber recibido esta segunda dosis, por lo que insistió en la necesidad de mantener las medidas de prevención.

Pilar Costa adelantó ayer que la conselleria de Salud está planteándose la posibilidad de hacer cribados para detectar positivos en coronavirus en dos de las zonas más afectadas en estos momentos o en las que más se ha disparado la incidencia del coronavirus: Vila y Sant Antoni. Aunque hay otras, como Santa Eulària, donde los indicadores también han aumentado de forma considerable, «el Govern priorizará Sant Antoni y Vila».

De hecho, la incidencia del coronavirus se ha multiplicado por cuatro en la zona sanitaria de Santa Eulària y por tres en la de Es Viver, en Vila, en la última semana según desvela el último informe del servicio de Epidemiología del Govern balear, el número 33 desde el inicio de la pandemia. Aunque éstas son las dos zonas sanitarias (la población asignada a un centro o unidad básica de salud) en las que más aumentaron los casos entre el 30 de diciembre y el 5 de enero respecto a la semana anterior (del 23 al 29 de diciembre) es la zona de Sant Antoni la que en la fecha de cierre del informe tenía la incidencia más elevada: 424 casos por cien mil habitantes. La tasa únicamente se redujo en las zonas sanitarias de Sant Josep, Sant Agustí y, sobre todo, en Formentera, al cerrarse el brote que incrementó la incidencia.