El sistema de vigilancia y telecontrol de la red de distribución de agua potable en alta, que abarca desde la producción en las tres desaladoras de Ibiza a su conexión en los depósitos municipales, ha reducido a la mitad las averías de gravedad que sufren en sus infraestructuras, pasando de una media de un desperfecto al mes a uno cada dos meses. En estos momentos, la producción y abastecimiento de agua desde las plantas goza de una «eficiencia máxima» del 97,5%, según destacaron ayer los responsables de la empresa pública Abaqua y de la conselleria de Medio Ambiente. Pero este alto porcentaje choca con el deficiente funcionamiento de las viejas canalizaciones desde los depósitos hasta los domicilios, dependientes de los servicios municipales, donde se pierde hasta una cuarta parte del agua.`

El Govern balear ha invertido 858 mil euros en la puesta en marcha de este sistema de telecontrol y videovigilancia, según detalló ayer el conseller de Medio Ambiente, Miquel Mir, durante la presentación del nuevo mecanismo. «Nos va a permitir ser más diligentes en la gestión y en la capacidad de respuesta ante las incidencias que se produzcan», destacó.

En la práctica, además de una mejora en la detección y reparación de averías, el telecontrol de la red de interconexión de las tres desaladoras de Ibiza también permite ajustar la demanda para evitar problemas de desabastecimiento. Incluso, los operarios pueden ejecutar correcciones en la distribución del agua desde sus propios teléfonos móviles o un ordenador portátil.

El nuevo sistema de telecontrol empezó a instalarse hace dos años y ahora se encuentra completado al 90%, según detalló Pedro Puigdengoles, el gerente de Codeisa, la empresa concesionaria de la red de interconexión de las desaladoras. Según anunció, se prevé que a lo largo del año que viene se finalice toda la instalación.

Alivio para los acuíferos

Alivio para los acuíferosEl director de Abaqua, Guillem Rosselló, recordó que una vez puesta en marcha la desaladora de Santa Eulària, en julio del 2018, el año pasado se consiguió que el consumo de agua potabilizada superara a la extraída del subsuelo. «Es una excelente noticia para la recuperación de los acuíferos», valoró.

En 2019, que es el año de referencia para evaluar la producción de las desaladoras, dada la excepcional caída de la demanda de este año por la crisis sanitaria, las tres plantas potabilizadoras de Ibiza generaron 10,5 hectómetros cúbicos de agua, con un máximo de producción diaria de 44 metros cúbicos. El 2,1% de estos recursos hídricos se pierden, no necesariamente por averías en la red de distribución, sino por las propias labores de limpieza y mantenimiento de los depósitos, según detallaron los responsables de Abaqua.