La compañía aérea con sede en Mallorca Isla Air Express ha presentado un futuro servicio de transporte aéreo que en una primera fase uniría todas las islas de Balears, incluidas Ibiza y Formentera, con Mallorca y Menorca mediante hidroaviones, concretamente con el modelo, con capacidad para 18 pasajeros, DHC-6 Twin Otter.

El proyecto está en ciernes ya que la propia compañía, a preguntas de este diario, explicó: «Aún no tenemos una fecha de inicio de los vuelos ya que seguimos negociando con la Autoridad Portuaria (APB) y AESA», la Agencia Estatal de Seguridad Aérea.

En responsable de recursos de la empresa, Antoni Jiménez, avanzó que, cuando llegue el momento, darán a conocer públicamente el inicio de las operaciones. En cambio, en su respuesta por correo electrónico informó de que «la única autoridad civil de Balears (Govern, consells y alcaldías) que se opone a la posibilidad de realizar nuestros servicios es el Consell de Formentera, lamentablemente». Añade que la previsión es que los vuelos se realicen de puerto a puerto y en el caso de Formentera señala que «el de la Savina sería el idóneo».

En su página web aparece la programación que tienen prevista con siete conexiones diarias con hidroaviones entre Ibiza y Formentera, trayecto que duraría seis minutos. También ofrecen enlaces directos entre todas las islas de Balears y en una segunda fase, entre las islas y la Península.

Las instituciones

Las instituciones

El Consell de Ibiza confirmó ayer que había mantenido una reunión con la empresa a principios de la legislatura, que consistió en una presentación del proyecto. La respuesta de la institución, al no ser competencia suya, fue que el proyecto «necesitaba autorizaciones y permisos que no dependían del Consell». «No nos opusimos pero tampoco dijimos que sí, fue una presentación y se dijo que buscaran los permisos», según detalló un portavoz.

En cambio, la postura de Formentera es tajantemente contraria: «El Consell se sigue oponiendo a la conexión directa de hidroaviones, porque el 100% del litoral está protegido por diferentes figuras medioambientales; además, supone un gran impacto acústico». La Fundació Aeronàutica Mallorquina (FAM) presentó hace tres años un estudio de viabilidad sobre este tipo de transporte que también fue rechazado por el Consell de Formentera.