Sin los tradicionales actos públicos de conmemoración del día de la Constitución por culpa de la pandemia, los presidentes de los consells insulares de las Pitiüses lanzaron un mensaje institucional para conmemorar la aprobación de la Carta Magna hace 42 años. La Delegación del Gobierno en Balears sí organizó con el Govern balear y el Consell de Mallorca un acto institucional en Palma que se transmitió por Internet y al que acudió el vicepresidente primero, Mariano Juan, en representación del Consell de Ibiza.

El coordinador insular de Ciudadanos y vicepresidente segundo del Consell, Javier Torres, criticó que la Delegación del Gobierno no hubiera celebrado, como cada año, un acto en Ibiza. «Me parece una falta de respeto hacia los ciudadanos y las instituciones y una minusvaloración del resto de islas», destacó Torres.

Ajeno a esta crítica, el presidente de Ibiza, Vicent Marí, del PP, subrayó, en un discurso muy breve difundido por las redes sociales, que «en este momento tan complicado con una crisis social y económica sin precedentes y una pandemia mundial que ha golpeado de manera cruenta, es más necesario que nunca recoger el espíritu de unidad y fuerza que defiende la Constitución». «Nos marca el camino que hay que seguir para avanzar y superar las adversidades», dijo, para agregar que, para lograrlo, hay que «aparcar el confrontamiento y desconfianzas que no llevan a ningún lado». «De todos nosotros depende que no suceda y sigamos avanzando como una sociedad moderna, igualitaria y solidaria», destacó para cerrar su discurso.

Formentera reivindicativa

Se extendió mucho más la presidenta de Formentera, Alejandra Ferrer, de Gent per Formentera, en un discurso reivindicativo en el que crítico la falta de capacidad de los políticos para lograr acuerdos en «debates urgentes y necesarios», a diferencia de lo que sucedió hace 42 años cuando se aprobó la Constitución. En este sentido, Ferrer lamentó que las generaciones políticas posteriores no hayan sido capaces de seguir «las reglas del juego» que se establecieron entonces y utilizar los mecanismos previstos para «adaptar el texto constitucional a los tiempos que corren y a las nuevas necesidades de los ciudadanos». Recordó, por ejemplo, la ya vieja reivindicación de que Formentera pueda escoger a un senador propio.

Ferrer recordó que el estado de las autonomías, «el reconocimiento de la variedad territorial», es «consustancial a nuestro modelo democrático, pero no se ha conseguido desarrollar con normalidad y es una fuente inacabable de conflicto y descontento». «Y esta pandemia y su gestión también han demostrado la debilidad de la política del Gobierno del Estado. No se podía entender desde Formentera que, con las medidas adoptadas y el grado de incidencia, en la primera oleada los ciudadanos no pudieran desplazarse a su huerto o pasear por nuestros espacios naturales. Porque la igualdad no puede equivaler a homogeneidad. No podemos entender la política como una arma homogeneizadora, sino como correctora de las desigualdades», resaltó la presidenta.