El Govern balear financiará la instalación de purificadores de aire en bares, restaurantes y cafeterías para que estos establecimientos puedan garantizar la adecuada calidad del aire en su interior, en aplicación de las normas sanitarias derivadas de la pandemia de coronavirus.

La presidenta de la Asociación de bares, restaurantes y cafeterías de la Pimeef, Verónica Juan, explicó que el acuerdo se alcanzó en la reunión celebrada ayer, vía telemática, con la directora general de Turismo, Rosa Ana Morillo, en la que participaron representantes de las patronales del sector, además del gerente del Institut Balear de Seguridad y Salud Laboral (Ibassal), Rubén Castro.

Verónica Juan anunció que aquellos establecimientos que necesiten instalar sistemas de purificación de aire tendrán una ayuda fija y directa por parte del Govern». Señaló que la cuantía aún no está todavía fijada, «pero cubrirá el coste de la instalación o de la reforma que haya que llevar a cabo». Juan avanzó que la línea de ayuda será aprobada en el próximo Consell de Govern, previsto para el miércoles de la semana que viene.

La presidenta del sector indicó que la previsión es que a principios de enero de 2021 se abrirá el plazo de solicitudes, «pero aquel empresario que quiera realizar la instalación antes para poder maximizar su aforo durante las fiestas lo podrá hacer y luego podrá presentar la factura». Juan insistió en que la ayuda «es fija y directa, no es según cada caso, se establecerá una misma cantidad para todo el mundo».

Otra ventaja es que las ayudas son por centro de trabajo. Así, una empresa que tenga varios locales podrá optar a las ayudas por establecimiento.

Verónica Juan calificó este acuerdo como de «muy buena noticia para el sector».

El acuerdo también contempla la posibilidad de instalar sistemas portátiles que simplifican mucho la instalación y pueden evitar obras más costosas.

El Govern además contempla la posibilidad de abrir una nueva línea de ayudas si ve que se agota la primera, que aprobará en breve.

Verónica Juan explicó que se trata de mantener, en el interior, los niveles de dióxido de carbono por debajo de las 800 partes por millón (ppm), medida que sirve para medir la calidad del aire. Si en el interior de un establecimiento se supera esa cifra se debe instalar un purificador de aire para mantener los niveles de CO2 por debajo de ese registro.

En ese sentido, advirtió que puede haber establecimientos que por su sistema de ventilación y dimensiones no precisen de estas instalaciones. En cambio, Verónica Juan recalcó que otros que pueden superar esos niveles «tienen ahora la oportunidad de instalar un aparato que va a pagar el Govern de forma integra, o casi íntegra».

Advirtió que la ayuda económica puede alcanzar a la compra del purificador y del medidor, «pero si solo es para el medidor no puedes optar a la ayuda», aclaró.

El coste de un purificador de aire varía en función del espacio en el que se instala y puede oscilar entre los 700 y los 1.000 euros. En cuanto a los medidores de CO2, el precio suele rondar el centenar de euros.