Una cincuentena de agentes de la Guardia Civil, asesorados por un geólogo del Instituto Minero, rastrearon ayer, palmo a palmo, la finca de 40.000 metros cuadrados del Camí de Biniagual, en las proximidades de Binissalem, en Mallorca, en busca de los restos de Antonio L.M., el hombre de 48 años desaparecido desde agosto y que se cree que podría haber sido asesinado. En los trabajos de búsqueda participan excavadoras, que han abierto decenas de agujeros en la tierra, hasta ahora sin resultado.

Para el rastreo de la finca han sido movilizados más de cincuenta agentes, de los grupos de Policía Judicial, Seguridad Ciudadana, Actividades Subacuáticas, el Servicio Cinológico, el Servicio de Protección a la Naturaleza y el Grupo de Rescate de Montaña. Durante estos dos días han examinado los pozos de la finca y han abierto decenas de agujeros en la tierra. Un experto del Instituto Geológico Minero asesora a los investigadores sobre las características del terreno y posibles movimientos de tierra recientes.

El detenido, Juan Torres, ha asistido aparentemente tranquilo a todos estos trabajos.