La decisión del Govern balear de aliviar desde ayer las restricciones impuestas en la isla de Ibiza ha sido acogida con entusiasmo por las patronales. Con alivio, por recuperar ciertas libertades, pero también con rabia contenida, porque creen que el Ejecutivo se excedió al aplicar en esta isla unas medidas más duras que en Mallorca pese a tener unos índices de contagios similares.

«Es un primer paso, pero esperamos que se puedan dar más en breve. Ya era hora», clama Verónica Juan, presidenta de la asociación de la restauración de la Pimeef: «Me hubiera gustado -continúa- que llegara antes, pero bienvenida sea la posibilidad de abrir dentro de los bares y restaurantes».

Juan considera que es acertada la decisión de que «se den opciones para ampliar el aforo de los establecimientos», dependiendo de las mediciones de dióxido de carbono en sus interiores. Será de sólo el 30% del aforo máximo hasta que los bares, las cafeterías y los restaurantes instalen un medidor de CO2.

A partir de entonces, y si los niveles de concentración de ese gas son inferiores a 800 ppm, la ocupación se podrá ampliar hasta el 60%. Los establecimientos tienen de plazo hasta el 15 de diciembre para instalar los marcadores de dióxido de carbono.

«Deben tener en cuenta desde el Govern -reflexiona al respecto Juan- que poner en marcha un negocio no es apretar un botón. Necesitamos tiempo para sacar a los trabajadores del ERTE y acondicionar interiores. Y no estamos en Madrid, donde se puede encontrar de todo. Aquí las existencias de marcadores de CO2 son limitadas».

Considera positivo, además, que si el local no tiene suficiente ventilación y el marcador refleja una concentración por encima del nivel de dióxido de carbono permitido, «se dé la posibilidad de instalar purificadores de aire, algo que se ha pedido desde Pimeef». Esos purificadores «estarán cofinanciados por el Govern para los locales que por su estructura no puedan tener una ventilación adecuada», afirma.

Celebra que, «al menos», se pueda ya «usar el interior de los establecimientos, ahora que llega la lluvia». «Era injustificable -añade- que con las cifras que teníamos no pudiéramos trabajar como en Mallorca. No se sostenía».

Porque, subraya, es imprescindible que el sector tenga «actividad interior, y más en estas fechas, por la meteorología que hay. ¡Bienvenidas las cenas!». La entrada en vigor coincide con las primeras lluvias torrenciales y la llegada del frío (para hoy, las máximas descienden a 16 grados).

También agradece la creación del llamado 'semáforo Covid', pues a su juicio «permite saber, dependiendo del riesgo que hay en la isla, qué aforo se puede tener, para así ir planeando».

Respecto a que se mantenga la prohibición de usar las barras, un miembro destacado de esa asociación dijo que lo considera aceptable, dado que «es el principal foco para poner en peligro al personal. La gente se olvida de que son centros de trabajo».

La Pimeef envió ayer un comunicado a sus socios en el que explica que espera para hoy modificaciones en el plan de medidas, «para cambiar cuestiones como el tabaco, entre otras».