Vecinos de Santa Agnès de Corona denuncian las constantes carreras de motos que se producen en las carreteras de acceso al pueblo y que cada sábado reúnen a grupos de motoristas «que pasan a una velocidad que da miedo», según advirtió ayer la presidenta de la AAVV de esta localidad, María Ferrer. Precisamente, ayer por la tarde el propio teniente de alcalde del municipio de Sant Antoni, Joan Torres, denunció con un vídeo a través de las redes sociales estas prácticas incívicas que «van a hacer que, cualquier día de estos, haya que lamentar una desgracia», auguró el edil.

Las imágenes difundidas por Torres fueron captadas a las seis de la tarde del sábado junto a la carretera que une Corona con Sant Mateu y Sant Miquel, que «se convierte en una pista de Moto GP cada fin de semana y festivos». En ellas, se puede apreciar a la madre del teniente de alcalde, que vive en esta zona del municipio, cerca de la carretera mientras un grupo de ocho motos circula a gran velocidad.

Torres explicó a Diario de Ibiza que esta situación se repite desde hace años. «Los vecinos de la zona ya estamos hartos y, ahora que los hemos grabado, mañana mismo empezaré a moverme para denunciar la situación». «La carretera pertenece al Consell, por lo que debe estar controlada por la Guardia Civil, aunque nunca hemos visto ningún control por aquí», añadió el concejal.

«Los sábado por la tarde la incorporación a esta carretera es un ejercicio muy peligroso, en el que te juegas la vida, por lo que espero que acaben de una vez por todas con esta práctica y, si es posible, que coloquen un radar para controlar la velocidad».

La presidenta de la asociación de vecinos de Corona refrendó las palabras de Torres. «Es una carretera donde no se puede circular a más de 60 kilómetros y te encuentras con que pasan las motos a una velocidad que da miedo», incidió.

«En esta zona vive mucha gente mayor, hay animales y muchas curvas con poca visibilidad». «Yo temo por mis hijos si van en bicicleta, porque mucha gente ya se ha llevado más de un susto» subrayó Ferrer.

La representante de los vecinos también lamentó que, aunque estos hechos se repiten semanalmente, aunque avisen a la policía, «cuando llegan, los motoristas ya se han ido».