Los consells insulares de Ibiza y Formentera asumen la declaración del nuevo estado de alarma, que implica el toque de queda en Baleares entre las 24 horas y las 6 horas, como un mal necesario ante el avance de la pandemia.

El presidente de Consell de Ibiza, Vicent Marí, manifestó ayer que apoyaba la medida aprobada por el Gobierno central: «Sí, es necesario, son medidas adecuadas y hay que aplicarlas. Tenemos la incidencia acumulada más alta de Balears y es necesario adoptar medidas contundentes», manifestó ayer a Radio Ibiza Ser.

En la misma línea se expresó la presidenta de la institución de Formentera, Alejandra Ferrer, en una comparecencia, abierta a preguntas de los medios de comunicación y de los vecinos, en la que pidió solidaridad «con el resto de territorios en una situación menos favorable» que la que tiene la isla, con una incidencia de casos muy baja (dos casos leves en atención domiciliaria).

El presidente del Consell de Ibiza insistió en que «la situación es compleja y todos debemos poner lo mejor de nuestra parte para intentar parar la curva de contagios».

Marí, en declaraciones a Radio Ibiza Ser, hizo un llamamiento para que la población cumpla con el toque de queda a partir de las 24 horas. Respecto a la prolongación de esta medida, indicó que quizá no sea suficiente los 15 días marcados.

El presidente también manifestó que, tal y como han venido reiterando, «es necesario poner controles en puertos y aeropuertos». Una demanda en la que coincide el Consell de Formentera.

Retraso a la medianoche

Retraso a la medianoche

Tanto Marí como Ferrer habían coincidido en proponer que se retrasara hasta la medianoche el inicio del toque de queda, tal como se aprobó finalmente.

Marí, en declaraciones a la citada emisora, reconoció: «En principio habíamos barajado la posibilidad de que el toque de queda fuera a partir de las 12 de la noche» y no a las once, como se había anunciado previamente, pero subrayó que al final la decisión iba a depender de la evolución de los contagios.

En cambio, Ferrer aseguró, en su comparecencia, que el Consell ya había solicitado el Govern balear la prolongación del inicio del toque de queda para la isla a las 24 horas, pero dejando claro que en caso de que la curva de contagios empeore, se podría adelantar a las 23 horas.