El Govern balear se ha visto obligado a cerrar el centro de día para personas dependientes de Can Blai, en Santa Eulària, tras producirse un brote de coronavirus que ha afectado a ocho personas, siete usuarios y una trabajadora, que está aislada en su domicilio. Una de las personas afectadas ingresó el lunes en el antiguo hospital Can Misses (Ca na Majora) y ayer lo hicieron otros tres usuarios de este centro, una mujer de 92 años y dos hombres de 97 y 67 años, todos ellos asintomáticos o con síntomas leves y que se encuentran en buen estado. Han ingresado porque no pueden garantizar adecuadamente su aislamiento domiciliario, según el Área de Salud de las Pitiusas.

El centro de día de Can Blai, anexo a la residencia aunque independiente, cuenta con 14 plazas. Aparte de la trabajadora contagiada, otras dos empleadas del centro de día y tres de la residencia se encuentran aisladas a la espera de conocer si también han contraído el coronavirus. Estas últimas han mantenido algún contacto con el centro de día o algún miembro de la plantilla, a pesar de ser dos espacios independientes.

Precisamente, una portavoz de la conselleria de Servicios Sociales explicó que se practicará una PCR a todo el personal de la residencia, a pesar de que no hay contactos con los usuarios del centro de día, que están «totalmente separados». Las mismas fuentes apuntan que en la residencia de mayores se aplican «las máximas medidas de seguridad», por lo que se espera que no se vea afectado por este brote.

Temor a perder la plaza

Temor a perder la plaza

El familiar de una de los usuarios contagiados por el coronavirus lamenta que éste regresó al centro de día (por las mañanas) el pasado día 16, después de recibir una llamada en la que le avisaban de que «si no lo hacía podría perder la plaza». «Nos dijeron que era muy seguro, pero con la elevada incidencia de contagios en la isla, preferíamos esperar algo más, al menos hasta después de Navidad», explica su hijo.

El centro de día reabrió sus puertas entre finales de agosto y principios de septiembre, tras haber estado cerrado unos meses por la pandemia. Ante el temor de perder la plaza, los familiares llevaron al hombre de nuevo al centro de día, donde pocos días después se ha contagiado. La portavoz de la conselleria balear de Servicios Sociales asegura que, en ningún caso, una persona dependiente puede perder su plaza por no acudir al centro. De hecho, el Consell de Govern, explica, aprobó el lunes la prórroga de las ayudas para los usuarios de los centros de día que siguen en sus casas.

Síguenos en Facebook