La presidenta de Balears, Francina Armengol, aprovechó su rueda de prensa de ayer para pedir perdón por el mensaje de «relajación social» que pueda haber generado, «de forma involuntaria», su presencia en un bar sancionado por incumplir el horario de cierre. «Soy consciente de que la imagen que he trasladado no es adecuada para la ciudadanía», manifestó.

Armengol iniciaba con esta petición de disculpas la rueda de prensa que ofreció ayer tras la aprobación del estado de alarma por parte del Gobierno. «Entiendo perfectamente que haya muchas personas en estas islas en estos momentos desconcertadas por la situación generada en torno a mi persona en los últimos días», declaró la líder socialista. «Sé que he podido trasladar una imagen de relajación social, que para nada es lo que necesita en estos momentos nuestro país», añadió.

A consecuencia de estos hechos, el líder del PP balear había pedido la dimisión de Armengol, e incluso sus socios de gobierno de Més habían expresado su malestar por la actuación.

El desmayo

El desmayo

La líder socialista, que durante estos días descartó dimitir, alegó que permaneció en un bar de Palma fuera de la hora de cierre al sufrir un desmayo el jefe de comunicación del Govern, que le acompañaba.

En su comparecencia informativa, la presidenta balear consideró que el estado de alarma es una herramienta legal eficaz para reducir la incidencia del coronavirus, aunque, insistió, la situación es mejor en Balears que en la Península.

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