La Guardia Civil lleva a cabo desde principios de 2019 una investigación contra la venta de miel adulterada en las islas de Ibiza y Mallorca en la que se han inspeccionado numerosos comercios y locales de producción. En dicha investigación han colaborado el Servicio de Seguridad Alimentaria y Nutrición de la conselleria de Salud Pública y Participación, el Servicio de Calidad Agroalimentaria y el Servicio de Ganadería ambos pertenecientes a la conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Los agentes han detenido a dos personas en Ibiza como presuntos autores de un delito contra la salud pública y se ha investigado a otra en Mallorca como presunto autor de estafa y también de un delito contra la salud pública. En Ibiza se recibieron varias quejas y denuncias por la instalación de apiarios no autorizados, alrededor de un millar de casetas.

En las primeras diligencias, los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil comprobaron que los responsables de las mismas eran un padre y su hijo. Durante la investigación surgieron dudas sobre la procedencia de la miel que envasaban para la venta, así como del tratamiento que se le daba.

Muestras de varias presentaciones y variedades de miel de esta empresa se enviaron a los laboratorios. Los análisis indicaron la presencia de sustancias activas, concretamente en la cera del producto comercializado como miel con panal que superaban los límites máximos de residuos (LMR) legalmente permitidos y productos de la apicultura. La miel, por tanto, no es apta para el consumo. No se descarta un riesgo grave a corto plazo para la salud, según la Guardia Civil.

Los residuos proceden de sustancias plaguicidas y de medicamentos de uso veterinario no autorizados por la Agencia Española del Medicamento, entre los que se encuentran acrinathrin, chlorfenvinphos, coumaphos, y T-fluvalinate. En los registros en una vivienda de Sant Antoni y un almacén de Santa Eulària, el Seprona intervino ordenadores y discos duros que se tendrán que analizar, así como numerosas muestras y botes que contenían mieles de varias clases, cajas de cartón llenas de polen, etiquetados y productos fitosanitarios. Además, allí mismo, en el almacén, realizaban el envasado y etiquetado de la miel desde cubas de gran tamaño a botes pequeños para la venta. Se retiraron del mercado todos los envases de miel con trozos de panal destinados al consumo humano.

En Mallorca, el Seprona, junto con inspectoras de la conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación, llevaron a cabo varias inspecciones en comercios dedicados a la venta de miel.

En una de ellas, en ?, se ha investigado a un propietario de una empresa dedicada a la producción, distribución y venta de miel 'artesanal'. Los agentes comprobaron que una de las marcas comercializadas por esta persona no era miel, sino sirope o jarabe con fragmentos de panal de abejas.

En las demás muestras el análisis resultó que las mieles no eran originarias de Pollença como marcaba el etiquetado, sino mezclas de miel procedentes de países de fuera de la UE. Al investigado se le imputa un supuesto delito de estafa.