Los malos datos de incidencia del virus en las islas en general y en Vila en concreto alejan la posibilidad de que este viernes se relajen las restricciones implantadas en el municipio hace casi cinco semanas. Es lo que dejó caer ayer en su comparecencia semanal para explicar la evolución de la pandemia Javier Arranz, portavoz del Comité de Gestión de Enfermedades Infecciosas de Balears.

El experto detalló que la tasa acumulada a 14 días —«un dato estable»— en la isla de Ibiza sigue siendo la más elevada de Balears con 168 casos por cien mil habitantes, indicador por encima de la media balear (151). Lo «preocupante», sin embargo, es lo que evidencia la tasa acumulada a siete días —«en la que se puede ver la velocidad»— que no sólo es la más elevada de Balears (96 casos por cien mil habitantes) sino también la que más ha aumentado en la última semana.

Esta situación se repite en la tasa de positividad. En estos momentos la de Ibiza es del 9,2%, muy por encima de la media balear, que es del 5,5%, y por encima del 5% que la OMS y la UE consideran el máximo recomendable. Pero es que, además, se ha disparado. Hace sólo una semana esta tasa era del 5,65%, indicó Arranz, que aseguró que, a pesar de estos datos, Salud no ha decidido aún qué decisión adoptará mañana. «A veces el repunte coincide con un brote. Hay que esperar un par de días, jueves y viernes, para ver la tendencia. Nos gustaría tener los datos de esos días para ver si se mantienen o se eliminan ciertas limitaciones», indicó.

El experto señaló que en el caso de la ciudad de Ibiza el número de casos por cien mil habitantes ha pasado de los 104 el pasado viernes a 140 en estos momentos. «Vemos que hay una tendecia ascendente», indicó Arranz antes de señalar que este incremento también se está viendo en el municipio de Sant Josep.

En una situación completamente contraria se encuentra la isla de Formentera, donde en las últimas semanas sólo se ha diagnosticado un caso. Por este motivo, seguramente Salud anunciará en los próximos días una flexibilización de las restricciones en la isla. A pesar de esto, el portavoz del comité insistió en que las restricciones «no se levantarán de forma brusca», sino que se irán suprimiendo de forma paulatina de manera que, si no se aprecia ningún repunte de los casos, se irán relajando las limitaciones mientras que se dará marcha atrás en el momento en que las tasas aumenten.

De momento, Salud no plantea cerrar bares y restaurantes, aunque reconoció que «todas las posibilidades están sobre la mesa» cuando se trata de «situaciones que favorecen el riesgo de contagio». De momento, en el caso de que fuera necesario, se plantearían otras opciones, indicó.

Javier Arranz, que destacó que los casos se han incrementado más en algunas zonas, aseguró que las islas están «en un momento crítico» con incidencias «elevadas» del virus e insistió en la necesidad de ser «estrictos con las medidas de prevención». Además, hizo hincapié en que muchos de los afectados son asintomáticos —«no les cambia la cara ni se les ve en los ojos»—, por lo que hay que mantener la precaución con todo el mundo.

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