Los datos epidemiológicos del coronavirus de la isla de Ibiza y de la ciudad de Vila hacen muy difícil que este fin de semana se puedan flexibilizar las restricciones, según se intuye de las palabras del portavoz del Comité de Gestión de Enfermedades Infecciosas de Baleares, Javier Arranz. Todo lo contrario de lo que sucede en Formentera, donde es más que probable que se eliminen algunas de las limitaciones debido a que en las últimas dos semanas apenas han tenido un positivo.

Arranz ha detallado que la incidencia acumulada a 14 días de la isla es de 168 casos por cada 100.000 habitantes, la más alta de Balears y por encima de la media de la Comunitat, que se sitúa en 151. A esto se suma que la incidencia a siete días, que es la que sirve para ver la evolución del virus, ha aumentado en la última semana, al pasar de 72 casos por cien mil habitantes a 96. Este incremento es, también, el más elevado de las islas. Además, se ha disparado la tasa de positividad. Si la semana pasada se situaba en un 5,65% del total de PCR realizadas, en estos momentos es mucho más elevada: 9,2%. Casi el doble de la de Mallorca, que es la segunda isla con este indicador más alto en Balears.

A pesar de esto, el experto no ha adelantado si se alargarán las restricciones en el municipio de Ibiza, una decisión que tomarán, ha destacado, cuando conozcan los datos de los dos próximos días. "A veces se produce un repunte debido a un brote", ha indicado antes de insistir: "Me gustaría tener los datos de estos dos días antes de ver si mantener o eliminar las restricciones". Arranz ha detallado que si el viernes pasado la tasa de Vila era de 104 casos por cien mil habitantes, en los últimos días ha subido a 140.

Arranz ha descartado suprimir la prohibición de fumar en espacios abiertos y ha adelantado que algunas de las restricciones "se mantendrán seguramente hasta Navidad". Aunque ha reconocido que la posibilidad de cerrar bares y restaurantes "está sobre la mesa" ha asegurado que no les gustaría llegar a esa situación y que, en principio, se plantearían otras medidas como mantener las terrazas. Salud no s muy partidaria del toque de queda: "Si es una decisión del Gobierno central, se aplicará, pero no es una acción prioritaria".