La Asociación Chárter Ibiza (ACI) informó ayer de que sus asociados siguen abonando el mismo precio por los amarres y las tasas de ocupación portuaria a pesar de que durante el confinamiento iniciaron contactos «con los principales puertos (...) y la Autoridad Portuaria» para reducir estos costes.

En cuanto a la temporada, las empresas de alquiler de embarcaciones indican que ha sido «corta en general» ya que se ha «reducido a apenas seis semanas». «Si bien es cierto que, durante las semanas que se ha podido trabajar, la demanda ha sido similar o incluso más alta que en un año normal, este periodo tan corto no es suficiente para hacer viable un sector que ha tenido que hacer frente a los costes anuales de amarres, mantenimiento, licencias de alquiler, ocupación portuaria, tripulaciones profesionales y costes de personal (...) los que se han sumado los gastos para cumplir con las medidas de higiene y sanidad requeridas por el Gobierno». Debido a estos costes, «el balance final de la temporada no puede ser otro que negativo», lamentan. «La gran mayoría de las compañías declaran que sus ingresos totales han bajado de media un 50%», detallan.

ACI señala que el sector «se consolida como una de las actividades de ocio más importantes de la isla» con «más de 250 puestos de trabajo directos y unos 1.000 puestos de trabajo indirectos todo el año». «Si las restricciones de movilidad permiten viajar al turista extranjero, las expectativas para el verano de 2021 son buenas.

Los empresarios del chárter náutico en Ibiza reclaman «más ayudas e implicación por parte de las administraciones públicas para hacer frente a las graves consecuencias económicas a las que se enfrentan.