El Gobierno ha reconocido en una respuesta por escrito a una pregunta formulada por el congresista ibicenco Miguel Jerez (PP) que el centro penitenciario de Ibiza cuenta con un único médico, cuando debería tener tres. Ningún facultativo ha mostrado interés en ocupar alguna de estas dos plazas pese a que se han ofrecido los correspondientes procesos de concurso de traslados.

El pasado mes de agosto, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias confirmó a Diario de Ibiza, en una conversación telefónica y en un correo electrónico, que la prisión de Ibiza contaría con un segundo médico, pero no especificó cuándo se incorporaría a su puesto. El Gobierno, en su respuesta a Jerez y su compañera Margarita Prohens, también congresista del PP por Balears, fechada el pasado día 8, confirma que las dos vacantes están sin cubrir y que ni siquiera han sido solicitadas, es decir, que no hay una fecha de incorporación.

También en el mes de agosto, el CSIF señaló que está previsto que uno de los médicos se incorpore «a finales de año», pero añadieron que no disponen de datos más concretos. Desde el colectivo Tu abandono me Puede Matar, se mostraron más escépticos. «Hace años que deberíamos contar con otro médico, pero nadie quiere trabajar en Ibiza. Esperemos que esta vez sea verdad y venga otro doctor», remarcó entonces un portavoz de la asociación.

Con el fin de hacer más atractivo el trabajo de médico en la cárcel de Ibiza, tanto el CSIF como Tu abandono me Puede Matar insisten en que el Gobierno debe equiparar los complementos de insularidad de las islas menores de Balears a los de Canarias. Ambas agrupaciones consideran también que la comunidad autónoma podría asumir las competencias en sanidad penitenciaria.

Pero no es la actual la peor situación en la que se han visto los internos y los trabajadores del centro penitenciario de la isla en cuanto a falta de médicos. En noviembre de 2018, la cárcel estuvo sin médico tres semanas. Ya entonces debería haber tres facultativos, aunque sólo había uno, y su baja de tres semanas no se cubrió.

«Es un tema bastante serio», advirtió entonces el sindicato CSIF. «¿Qué pasaría si, de pronto, un interno enferma de gravedad y requiere atención urgente?», se preguntaron desde este sindicato.

Por su parte, en su respuesta a Jerez y Prohens, el Gobierno añade que «respecto a la existencia de plazas de psicólogos, educadores y/o trabajadores sociales, cabe informar de que en la relación de puestos de trabajo se contemplan dos plazas de psicólogos y está vacante una de ellas, pero se dispone de un psicólogo en situación de adscripción provisional y una psicóloga del Cuerpo Superior Técnicos que está realizando sus prácticas desde julio». También cuenta la cárcel con dos educadores y dos trabajadores sociales.