Las reservas hídricas de Balears se situaron en el 62 por ciento el mes de septiembre, un porcentaje que se mantiene igual al del mes anterior pero que mejora respeto a 2019, cuando ese mismo mes las reservas se encontraban en el 50 por ciento. Según señaló ayer la conselleria de Medio Ambiente y Territorio en un comunicado, en todas las islas ha habido un ligero descenso respecto a agosto, y Formentera ha sido donde la variación ha sido mayor, pues ha pasado del 55 al 51 por ciento. En Mallorca varía del 65 por ciento en agosto al 64 por ciento en septiembre; en Menorca, del 56 por ciento al 55 por ciento y en Ibiza, del 44 por ciento al 43 por ciento.

En cuanto a la situación de las unidades de demanda (UD), la de Ibiza ha entrado en escenario de prealerta de sequía después de tres meses con datos bajos. Las UD Tramuntana Norte y Tramuntana Sur, en cambio, entran en situación de normalidad, y la de Menorca sigue en situación de prealerta.

Los datos del Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), indican que septiembre ha sido un mes ligeramente cálido y húmedo en Balears, puesto que se acumularon 70,5 litros por metro cuadrado, lo que supone un 17 por ciento más de la media. Por islas, en Mallorca el mes ha sido húmedo (122 por ciento), mientras que en Menorca (98 por ciento) y en las las Pitiusas (92 por ciento) ha sido normal.

Precipitaciones anuales

Precipitaciones anualesEl porcentaje interanual de precipitación es excedentario en Mallorca (129 por ciento) y Menorca (117 por ciento), mientras que en las Pitiusas es deficitario (92 por ciento). En cuanto al conjunto del archipiélago, el interanual es del 117 por ciento. Gran parte de las precipitaciones de septiembre se produjeron por la Depresión Aislada a Niveles Altos (DANA) de principios de mes pero sólo han quedado reflejadas en aquellas UD donde se acumularon más litros, como las de Tramuntana.

En cuanto a la unidad de demanda de Menorca, podría entrar en prealerta el mes que viene, mientras que la de Ibiza necesitará estar un mínimo de dos meses en situación de normalidad para abandonar el estado de prealerta de sequía.