«Desanima ver que en Ciutadella [Menorca] el 90% de la población invitada al plan de cribado acuda a hacerse la prueba PCR y en Vila y Sant Antoni no se alcance ni siquiera el 20%». Con estas palabras, el alcalde de Vila, Rafa Ruiz, pidió «un esfuerzo» a la población para «doblegar la curva de contagios». «Todo el mundo debe involucrarse. Ahora toca cumplir. Las medidas que se adoptan son para proteger, primero, la salud de las personas y nuestra economía. Nos estamos jugando la próxima temporada turística, la de 2021», dijo.

En los mismos términos se manifestó el presidente del Consell, Vicent Marí, quien apeló una vez más a «la responsabilidad individual» de los ciudadanos. «Este es el mejor antídoto contra el virus. Se tienen que reducir todo lo que se pueda los movimientos y contactos entre las personas», dijo Marí, al tiempo que también lanzó «un llamamiento» a la población para que responda al nuevo cribado de para personas entre 15 y 40 años de Vila. «Cuantas más pruebas se hagan, más claro tendremos el grado de incidencia de la pandemia en la isla», dijo, al tiempo que lamentó que «mucha gente con cita previa no se presentó a la primera tanda del cribado y ni siquiera se cubrió el cupo de cada jornada».

La asesora del Govern para el desconfinamiento, Marga Frontera, incidió en la reducción de la movilidad y, por otro lado, «evitar las situaciones de riesgo funciona», tal como se ha demostrado «en muchos sitios». Al ser preguntada sobre por qué cree que, si en 15 días, no se ha obtenido un buen resultado en el Eixample, ahora que no se prohíben expresamente los movimientos de toda la población de Vila, sí se conseguirá, Frontera respondió que hay que hallar «un equilibrio entre lo que es factible y lo eficiente». «Pensamos que ahora lo que será más eficiente es el compromiso de cumplir las medidas y recomendaciones, en disminuir lo posible los desplazamientos. Sin la participación de todos es imposible reducir estas tasas epidemiológicas», subrayó.