La AMIPA de la escoleta de Can Nebot, ha manifestado en un comunicado su preocupación por "la tardanza en la sustitución de una educadora de apoyo del centro". "Desde el día 21 de septiembre se hizo efectiva la renuncia de esta profesional y hasta el día 13 de octubre no está previsto su sustitución. Este período de 3 semanas está muy lejos de lo que el Govern ha dado en llamar 'sustituciones exprés' y no conseguimos entender qué sucede para explicar esta tardanza", señalan en la nota.

Los padres y madres aseguran que desde la renuncia de la educadora, el centro solo cuenta con una persona de apoyo para los 4 grupos, "cuando lo habitual serían 3 personas de apoyo para 4 grupos". Entre otras cosas, afirman, se están viendo afectadas "la conciliación laboral de las familias (se ha reducido el horario de acogida de los alumnos siendo la entrada 30 minutos más tarde y la salida 1 hora antes; también se ha eliminado el servicio de recogida tardía)". Así mismo se están viendo afectados "aspectos pedagógicos", ya que "a la única educadora de apoyo que hay ahora mismo le es imposible atender a los 4 grupos del centro".

"Sentimos que es nuestro deber comunicar la desidia de la conselleria de Educación en el cumplimiento de los protocolos educativos y sanitarios establecidos y el riesgo que ello supone para nuestros hijos, familias y la sociedad en general", señalan.

"Recordemos que se trata de bebés y niños con muy diferentes necesidades de apoyo dependiendo de su momento evolutivo o de sus características personales. Otro aspecto que nos preocupa es cómo va a hacer las tareas de limpieza y mantenimiento continúo derivadas del protocolo Covid una educadora con 15 niños a su cargo sin el consiguiente apoyo. Nos parece un riesgo sanitario inasumible", apuntan.

Por otra parte, los padres manifiestan su agradecimiento al personal del centro por su implicación y el enorme trabajo que están desarrollando para poder sacarlo adelante desde el momento de su constitución. "Este personal está haciendo frente con su enorme motivación a una situación de precariedad sostenida en el tiempo. Existen múltiples ejemplos de esta situación de desamparo. Podríamos recordar que los juguetes, juegos y calienta biberones los aportamos los padres para colaborar y equipar a este centro público para que pudiera abrir con un mínimo de habitabilidad. O señalar la falta de material de psicomotricidad durante casi todo el curso pasado. O las dificultades encontradas para reparar las múltiples deficiencias derivadas de un centro que ha estado inoperativo durante casi 10 años. Por mencionar solo algunas", aclaran.

Finalmente, queremos destacar la dedicación y profesionalidad de las educadoras del centro que en estos momentos difíciles intentan suplir la falta de personal histórica del centro y que ahora se ve agravada por esta situación, ya que un centro de estas características es esperable que cuente con las 3 Educadoras de apoyo necesarias y no solo 1, como está sucediendo en la actualidad.