Ibiza dice adiós a una de las ya escasas tiendas de toda la vida del municipio, la boutique infantil Patufet. Saadia Baidi Abid, al frente del popular negocio desde 1988, bajó ayer su persiana definitivamente. El motivo del cierre, como se podía leer en los carteles colocados en el escaparate, es su jubilación. La decisión, según explicaba ayer la propietaria, ya estaba tomada tiempo antes de que estallara la crisis del coronavirus, pero, sin duda, la pandemia ha contribuido a precipitar los acontecimientos. (Ver galería de imágenes)

Situada en una esquina estratégica, entre las calles Castilla y Extremadura, frente al Mercat Nou, el negocio que fundó Margalida Prats Torres en 1978 ha funcionado muy bien durante la mayor parte de su existencia.

Media isla ha pasado por Patufet para comprar ropa de bebé o de niño y, sobre todo, para equiparse de complementos, trajes y vestidos infantiles para bautizos y primeras comuniones. Baidi, de hecho, descubrió este negocio como clienta. Allí, en los años 70 y 80, compraba ropa para sus hijos mayores, Óscar y Laila. En aquellos tiempos su marido, Manuel González Sánchez, llevaba el bar Mercat Nou y ella, que le echaba una mano, en cuanto se enteró que Patufet se traspasaba, en 1988, decidió quedarse con el local.

Baidi amplió el género que ofrecía la tienda abarcando desde las talla 00, de recién nacidos, hasta la 26. Además, apostó de lleno por la ropa para celebraciones especiales, que ya se había empezado a vender en tiempos de Margalida Prats. «Esta tienda es la mina de las comuniones. Aquí puedes encontrar desde una cruz o un rosario a ropa interior para el evento», comentaba ayer.

Un «Corte Inglés en pequeño»

Cuando se hizo con el negocio, Baidi contrató a dos empleadas Consi y Loli, que estuvieron dos años. Después llegó Neus Cardona Torres, que trabajó con Baidi 30 años, hasta este mes de marzo.

«Este Corte Inglés en pequeño», como lo califica su propietaria, ha salido airoso de crisis económicas como la de 2008 y apenas ha notado los efectos del florecimiento de las franquicias en Ibiza. «Estos negocios no me han hecho sombra porque la ropa que tenemos aquí no se puede encontrar en esas tiendas», aseguraba Baidi, que es también modista, mostrando algunos de los modelos para bautizo que ella misma ha diseñado.

Sin embargo, la pandemia «ha sido un desastre» para Patufet, en palabras de su propietaria. La tienda estuvo cerrada desde que se declaró el estado de alarma hasta el 21 de mayo. Según los cálculos de Baidi, «desde marzo hasta ahora las ventas en ropa de vestir bajaron un 60 por ciento». No ocurrió lo mismo con las prendas de bebé que se han seguido vendiendo bastante bien. El parón durante el confinamiento de bautizos, comuniones y otras celebraciones y la decisión de muchas familias de posponer al año que viene estos eventos afectó de lleno a la caja de Patufet.

Las restricciones impuestas a la zona del Eixample a partir del 18 de septiembre acabaron por rematar al negocio, donde los clientes estos días entraban con cuentagotas a pesar de que todos los artículos estaban en liquidación con rebajas del 50 y el 60 ciento. Lo que ha quedado en stock, que es mucho, sobre todo ropa de bautizo y comunión, su propietaria lo ha ofrecido, sin éxito, a otras tiendas de ropa infantil de la isla. «Todos los negocios estamos igual, apenas se vende», decía ayer pocas horas antes de echar el cierre definitivo a la tienda. Aunque ahora va a tener mucho más tiempo para estar con sus cuatro hijos y sus nietas, Baidi va a echar mucho de menos esta tienda en la que ha invertido casi 33 años de su vida y en la que ha conocido a clientes que ya son casi como de la familia. Ayer se emocionaba al revisar una caja en la que guardaba unos cuantos recordatorios de niños a los que ha vestido para su comunión. Piensa hacer un álbum con todos ellos.