El Gobierno ha reconocido en una respuesta por escrito a una pregunta formulada por el congresista ibicenco Miguel Jerez (PP) que, si bien en la actualidad el radar fijo instalado en la estación del Servicio Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) de la isla de Ibiza se encuentra operativo, estuvo fuera de servicio un mes y medio durante este verano debido a una rotura en el motor de giro de la estructura. En concreto, puntualiza el Gobierno, el SIVE de Ibiza, que está instalado en la cumbre de un acantilado de la costa de Sant Josep, ha estado sin funcionar entre el 20 de junio y el 4 de agosto. Este gran radar se utiliza fundamentalmente para detectar embarcaciones de inmigrantes irregulares o de narcotraficantes. «Sea como fuere, el SIVE continúa demostrando poca eficacia y se muestra vulnerable a la hora de detectar embarcaciones dedicadas al transporte de inmigrantes irregulares», señala Jerez en la pregunta formulada al Gobierno junto con su compañera de partido Margarita Prohens.

Según la respuesta del Gobierno, en ese mes y medio en que el radar estuvo estropeado, «arribaron tres embarcaciones tipo patera a la isla de Ibiza». No añade la respuesta gubernamental que a Formentera llegaron, en ese tiempo, otras tres. El 22 de junio llegó una patera a Santa Eulària con once migrantes, el 24 de julio arribó otra a Sant Josep con seis tripulantes, y el 2 de agosto otra más, al puerto de Vila, con siete personas a bordo. Es decir, tres pateras con 24 personas. En ese mismo mes y medio llegaron otras tres a Formentera, con un total de 46 personas. Arribaron el 29 de junio (17 tripulantes), 1 de agosto (14) y 2 de agosto (15). Por tanto, durante el tiempo que el SIVE estuvo fuera de servicio recalaron en las Pitiusas 70 inmigrantes en seis pateras que no pudieron ser detectadas por el radar.

En su pregunta, Jerez y Prohens piden al Gobierno que «indique las razones por las que no se consiguen detectar las embarcaciones arribadas a la isla de Ibiza que transportan inmigrantes en condiciones irregulares», una cuestión que el Ejecutivo no entra a valorar en su respuesta.

En 2020, han llegado a Ibiza hasta la fecha cinco pateras con 41 personas a bordo y ocho a Formentera con 101 inmigrantes. En total en las Pitiusas, trece pateras con 142 personas. En todo el año pasado arribaron a Ibiza once embarcaciones de este tipo con 145 personas y a Formentera trece con un total de 175, lo que hace un total en las Pitiusas de 24 embarcaciones y 320 personas.

En el conjunto de Balears, este año han llegado hasta el momento 51 pateras con 663 personas, mientras que en 2019 fueron 41 con 507 personas. Es decir, mientras que el año pasado las Pitiusas, en especial Formentera, superaron a Mallorca (a Menorca llegan muy pocas) tanto en pateras como en número de inmigrantes, este año la isla grande está siendo el destino del mayor número de inmigrantes irregulares que salen de su país en este tipo de embarcaciones.

Prácticamente todos estos inmigrantes son hombres jóvenes de nacionalidad argelina, algunos de ellos menores de edad.