Después de una semana cerradas por las restricciones de salud, la rectificación de la conselleria el viernes ha permitido la celebración de las misas dominicales en las iglesias de Vila afectadas por el nuevo confinamiento, Santa Cruz y Nuestra Señora del Rosario.

Siguiendo todas las medidas de higiene sanitaria, los fieles han regresado a los templos, que pueden llenar sólo un 25% de su aforo.

Vicent Ribas, administrador diocesano de Ibiza, mostró el viernes su «satisfacción» por la marcha atrás de la conselleria que dirige Patricia Gómez y su decisión de permitir el culto en los dos templos afectados por las restricciones en el Eixample de la ciudad, una medida que el Obispado había recurrido ante el TSJB por «injusta» y por conculcar derechos de los ciudadanos.