La crisis sanitaria ha causado estragos en una temporada turística prácticamente inexistente, lo que consecuentemente ha supuesto un severo golpe al transporte público de Ibiza.

El número de usuarios de las líneas de autobús registrado en julio y agosto fue de 452.063, lo que supone una caída del 73% con respecto al mismo periodo del año pasado, cuando se alcanzó un total de 1.682.795 pasajeros. Es decir, este año en los dos meses de máxima actividad del año sólo ha utilizado el transporte público una tercera parte que en el verano pasado.

El vicepresidente segundo y conseller de Movilidad de Ibiza, Javier Torres, apunta que en julio y agosto al menos ha habido «algo de actividad», porque en junio y septiembre, «dos meses importantes para la recaudación de las compañías, quedarán en nada».

En este sentido, Torres recuerda que la recaudación de los meses de la temporada turística «sustenta la actividad del resto del año».

Desde que la pandemia afectó a Ibiza, en ningún mes se ha alcanzado ni siquiera las cifras de marzo del año pasado. Y hay que tener en cuenta que, en condiciones normales, es decir sin Covid-19, en marzo el único estímulo previo al desembarco de los turistas son los viajeros del Imserso. «Ni en agosto hemos llegado a estas cifras, nos hemos acercado».

En concreto, en agosto de este año se han registrado 250.936 usuarios, cuando en el mismo mes del año pasado la cifra se situó en casi 860.000.

En julio de este año, el número de pasajeros fue de 201.127, mientras que en 2019 alcanzó un total de 822.968. Estas cifras ponen de manifiesto la magnitud del derrumbe del sector y la complicada situación a la que se enfrentan las empresas concesionarias del servicio. «Las empresas están ahogadas no sólo aquí, sino en toda España, y no tiene sentido mantener el mismo nivel de servicio», indica Torres.

Horarios de invierno en vigor

Esta caída de la actividad ha obligado a redimensionar las líneas y a recortar trayectos o frecuencias. Torres puntualiza, en todo caso, que se ha mantenido «un nivel alto de servicio» porque pese a que se ha registrado sólo un 30% de los usuarios de 2019, el servicio se ha recortado un 50% en comparación con el año pasado.

Actualmente, pese a que aún estamos en verano, y septiembre suele ser un buen mes turístico, las líneas de autobús ya funcionan con los horarios de invierno.

Así, Torres explica que la línea 19, la que une Santa Eulària con Sant Antoni, que ha provocado las quejas del grupo socialista por su supresión, «nunca ha estado enfocada para residentes». «Esta línea debería ser más importante de lo que es, pero en invierno no ha funcionado nunca. No es que la hayamos eliminado, sino que hemos pasado a la situación de invierno [por la falta de demanda] y por ello esta línea se ha desactivado», justifica el vicepresidente.

La línea que conecta Ibiza con Sant Antoni, la número 3, fue la que registró en julio y agosto del año pasado un mayor número de usuarios, con 285.175.

Este año, con 108.508 pasajeros, ha caído un 62%. Mucho más fuerte ha sido el descenso del trayecto entre Ibiza y Playa d'en Bossa(la línea 14), con una caída del 85% tras pasar de 190.946 usuarios en julio y agosto de 2019 a sólo 29.082 este año.

Del mismo modo, la línea 13 (Ibiza-Santa Eulària) ha caído un 58%: este año en los dos meses de máxima actividad del año ha registrado 74.911 usuarios cuando en el mismo periodo del verano pasado alcanzó 177.315.

Asimismo, el trayecto del aeropuerto (la 10) ha bajado un 58% al pasar de 175.045 usuarios a 73.916. La línea exprés que se implantó en agosto del año pasado no ha funcionado este verano.

Por contra, la línea 17, la que une Santa Eulària con la urbanización Siesta, se ha disparado casi un 2.000%, aunque las cifras absolutas no son tan importantes. En julio y agosto de 2019, usaron este servicio sólo 33 personas y este año lo han hecho 678. Torres recuerda que se trata de la línea Eulària bus que fue transformada antes del inicio de la pandemia para prestar otro tipo de servicio. «No se puede comparar con las cifras del año pasado», apunta.